El ministro de Economía Luis Caputo anunció un paquete de medidas para mejorar la competitividad del sector automotriz. 

Se decidió mantener la exención de derechos para las exportaciones incrementales que estaba vigente desde el 2021 y además se sistematizará y digitalizará el régimen de Reposición de Existencias (Repostock). 

También habrá una rebaja de aranceles a matrices y moldes. Los aranceles de moldes de metal usados por la industria automotriz pasarán del 35% al 12,6%, mientras que los moldes de inyección plástica pasarán del 24% al 12,6%.

En este camino -aunque todavía sin precisiones respecto de su aplicación-, Caputo sostuvo que a partir de junio se homologarán los ensayos de Licencias para la Configuración de Modelos (LCM) de vehículos con Brasil. 

Esto significa que no será necesario duplicar aquellos ensayos que ya están reconocidos por el país vecino y viceversa. En el caso de un vehículo eléctrico, puntualmente, se reconocerán 17 de los 22 requisitos.

¿Tendrá esto un impacto positivo para promover la movilidad eléctrica en Argentina?

Pablo Benveniste, especialista en homologaciones y postventa de la consultora Approvers, sostiene en diálogo con Mobility Portal Latinoamérica: “Una medida que podría realmente impactar en el desarrollo y el desembarco de la movilidad eléctrica sería aceptar homologaciones chinas, no brasileñas”. 

Es que China lidera a nivel mundial las ventas de vehículos eléctricos y tiene muchísima injerencia en países de la región como Chile o Colombia, con una penetración mayor en el merado que cualquier otra marca de Occidente. 

Aunque entiende que «todo ayuda cuando hablamos de flexibilizar los procesos de homologación en Argentina».

Por otro lado, el bloque regional del Mercosur no comparte legislaciones o procesos de homologación. Cada país tiene sus procedimientos más o menos exigentes -según el caso- y muchas veces incompatibles entre sí. 

Aunque Benveniste aclara: “Las configuraciones regionales tienen un denominador común que responde a la normativa europea. No están alineadas a las normas norteamericanas, aunque puede haber algunas excepciones de aceptación”. 

La categoría L6 y L7 de fabricación nacional.

Pero cada nación, sobre todo Brasil y Argentina, tienen una cuota de intervención del gobierno y especificaciones muy propias.

Además de que a nivel productivo Brasil y Argentina no hacen la diferencia con vehículos eléctricos.

Aunque es cierto que el gigante sudamericano tiene políticas más activas para promover la industria puertas adentro. 

“Acá estamos hablando siempre de terminales y de las categorías M y N que son las que se fabrican en Argentina y las que importan, no de las categorías L”, plantea. 

De hecho, hoy en Argentina las categorías L6 y L7 conjugan una mezcla de requerimientos europeos con argentinos.

Por ejemplo, los L6 y L7 carrozados cuentan con los mismos criterios de homologación de un auto que tienen un uso, prestaciones y potencias totalmente diferentes.

Leer más: Acusan que proceso de homologación argentino encarece costo de vehículos eléctricos

La carrera de Brasil para producir vehículos eléctricos

El Gobierno de Lula da Silva intensifica esfuerzos para promover la producción de vehículos eléctricos en Brasil. Se anuncian medidas y llegan inversiones de pesos pesados del rubro automotriz.

La hoja de ruta es clara: el Estado como inductor de inversión, aranceles a la importación de vehículos eléctricos e híbridos y beneficios impositivos para las empresas que fabriquen en el país.

A pesar de los cambios de gobierno y sus vaivenes, Brasil aprovecha un momento clave para modernizar plantas, sentar las bases de la electrificación y atraer la mirada del mundo.

Desde que se anunció el programa MoVer (Movilidad Verde) en enero de 2023 -que entró en vigencia este año-, el gigante sudamericano bate récords de inversiones.

El BMW X5 que se fabricará en Brasil.

Los desembolsos suman en total 19.000 millones de dólares, aunque -claro- no todos para manufacturar vehículos eléctricos o híbridos. 

El programa impone nuevas reglas para la industria automotriz brasileña y la producción se aggiorna en esta transición irreversible que lideran Estados Unidos, China y Europa.

“Nuestro papel es garantizar la estabilidad política, económica, fiscal y legal, y que tengamos previsibilidad de nuestra política. Estos son los ingredientes del éxito”, declara Lula.

Por poner un ejemplo, después de romper un récord histórico de ventas de vehículos eléctricos en Brasil en 2023, BMW está fortaleciendo su participación en el mercado sudamericano al electrificar la planta de Araquari.

De hecho, la empresa alemana anunció la producción local del BMW X5, el primer modelo híbrido conectable premium construido 100% en territorio brasileño. 

Leer más: Gobierno de Milei ve a la electromovilidad como una herramienta de transición energética