La instalación de cargadores públicos en ciudades ya es un tema de discusión de por sí, pero otro que se suma a la escena son los que se encuentran en las carreteras españolas.

“El futuro de la movilidad en las ciudades es eléctrico y como todos sabéis esa ha sido nuestra aspiración en los últimos años”, declara Tatiana Gaudes, nueva Consejera de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza.

La capital aragonesa hasta el momento ha renovado su flota de autobuses, adquiriendo 68 de impulsión eléctrica.

Además, el punto de debate más fuerte entre ciudades y Gobierno: alcanzó los 149 puntos de recarga, que han sido multiplicados en la última gestión de Movilidad, a cargo de la actual alcaldesa Natalia Chueca Muñoz.

Natalia Chueca, alcaldesa.

“Las ciudades nos hemos puesto las pilas como se ha visto en estos últimos cuatro años y estamos intentando dar la talla para lograr ese tan ansiado reto, que es la neutralidad climática en el año 2030”, declara la Consejera.

Pero, luego de esa manifestación apunta al Gobierno de España por su “deficiencia” en el abordaje de los cargadores que deben estar colocados en las carreteras nacionales. 

Es por ello que expresa: “Las instituciones debemos de ser coherentes. Si realmente estamos continuamente recomendando el vehículo eléctrico para que los ciudadanos hagan esa transición debemos ponernos las pilas y potenciar la colaboración público-privada”. 

Cargadores instalados en Zaragoza

Zaragoza pasa de 8 estaciones municipales de cargadores para coches a 149, sin contar las que no dependen del Ayuntamiento. 

Estación municipal de recarga.

Esto situará a la ciudad aragonesa como referente de la movilidad sostenible y eléctrica, siendo una de las más sólidas entre las capitales de provincia españolas.

Este amplio despliegue de cargadores, que viene de la mano de Endesa X Ways y la empresa Zunder, nacida en Palencia, se divide en 36 ultrarrápidos (150 kW), 18 rápidos (50 kW) y 95 semirrápidos (22 kW). 

Los primeros, pensados para taxis o vehículos de reparto de última milla, garantizarán cargas entre 10 y 20 minutos, mientras que los de 22 kilovatios necesitarán unas cuatro horas y servirán, sobre todo, a quienes dejen aparcado su coche para ir a trabajar o vayan de compras.

¿Qué sucede con las carreteras?

En 2014, las carreteras del país contaban con 2.832 vehículos eléctricos. 

Desde entonces, el mercado y las ayudas del Gobierno han permitido que la cifra se multiplique hasta los 65.684 en 2021, datos del Eurostat, y hasta los 97.729 en 2022, según la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC).

El Gobierno se comprometió a llegar a los cinco millones de coches propulsados por batería eléctrica o pila de hidrógeno. 

Es decir, actualmente solo se ha alcanzado el 1,9% de la meta fijada para finales de siglo. 

Con siete años por delante, el país, según los ecologistas y expertos en movilidad, tiene mucho que hacer. 

Si se tiene como referencia el objetivo marcado para 2023 por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, España debería disponer ya de 250.000 vehículos eléctricos matriculados. 

Es decir, el Gobierno sólo habría conseguido el 39% de la meta fijada por Bruselas y estaría, con los datos provisionales de la industria, incumpliendo lo prometido.

La cuota que ocupan todos estos coches en las carreteras del país es del 9,6%, mientras que en Europa es del 21,6%, según datos de ANFAC. 

En Alemania, que lidera las estadísticas, el 31,4% de los vehículos que circula por las carreteras cuenta con motores electrificados.

España está lejos de liderar la descarbonización del transporte por carretera a nivel europeo. 

Las últimas estadísticas de Eurostat relativas a 2021 la ubican en undécimo lugar.