Zaragoza recibirá tres nuevos buses eléctricos por semana entre junio y julio tras desatascarse la crisis de suministros.
La renovación de la flota municipal se había visto ralentizada como consecuencia de los efectos de la pandemia y la invasión rusa de Ucrania, un problema de carácter global que parece empezar a corregirse y que permitirá ir retirando los más antiguos, obligados a ampliar su ‘edad de jubilación’ por los continuos retrasos.
El área de Movilidad y Servicios Públicos de Zaragoza espera la llegada de entre 16 y 18 nuevos autobuses antes de agosto. Serán los ie tram de la empresa Irizar, de color verde.
En estos momentos, la capital cuenta con 32 de estos ie tram en servicio: 18 de 12 metros y 14 de 18.
A estos hay que sumar, además, otros tres pendientes de matricular –dos de tamaño estándar y uno articulado– que saldrán a la calle en los próximos días y los cuatro de otras marcas que se compraron con anterioridad.
Desde el Consistorio de Zaragoza reconocen que les habría gustado que la electrificación de la flota hubiese sido «más rápida».
Pero inciden en que la «compleja» situación industrial y económica que se vive a nivel internacional ha hecho que no haya existido margen de maniobra.
A la crisis de semiconductores se han unido problemas en la logística, una serie de contratiempos que han ido provocando un retraso «involuntario» en el suministro a Zaragoza y a otras ciudades españolas.
La previsión es que los 68 buses eléctricos de la primera ‘remesa’ de fondos europeos estén en la capital antes del 31 de diciembre a fin de que entren en servicio «cuanto antes».
Los primeros ie tram comenzaron a operar en líneas como la 38, pero conforme han ido llegando más se han ido incorporando a otras como la 22, la 23 o la 41.
No está claro, sin embargo, que los otros 40 autobuses que se comprarán con fondos de la UE –15 articulados y 25 de 12 metros– vayan a ser de este mismo modelo, ya que la marca está todavía por elegir.
Desde Movilidad desvinculan esta decisión de las críticas de los sindicatos del bus urbano, que han denunciado problemas de visibilidad que «provocan ángulos muertos» en el frontal izquierdo, una queja que han trasladado en repetidas ocasiones a Avanza.
La decisión de Zaragoza: «Próximamente»
Fuentes del Consistorio recalcan que los ie tram cuentan con las máximas garantías de seguridad, con cámaras a ambos lados del autobús que monitorizan continuamente el entorno de conducción tratando de evitar, precisamente, los ángulos muertos.
La marca se decidirá «próximamente» atendiendo a varios criterios que irían desde su coste hasta la capacidad de sus baterías o las mejoras tecnológicas y en materia de seguridad.
Además, los buses verdes de Irizar no serían la única opción sobre la mesa. Especialmente teniendo en cuenta que, en las últimas semanas, Zaragoza ha probado un Mercedes eCitaro también 100% eléctrico.
Este vehículo, de color blanco y seis módulos de batería, ha estado prestando servicio en la línea 38 (Bajo Aragón Vía Hispanidad), aunque en estos momentos ya no opera en la capital.
Uno de los pocos aspectos positivos que ha tenido la llegada a cuentagotas de los buses eléctricos ha sido la posibilidad de ir testando poco a poco los nuevos cargadores instalados en cocheras.
De acuerdo con el Consistorio, los 75 pantógrafos invertidos serán suficientes para cargar todas las unidades incluso con el incremento de la flota eléctrica previsto para los próximos meses.
Y más teniendo en cuenta los 2,9 millones de la UE confirmados el pasado mes de abril para completar la electrificación de las instalaciones.
Las mismas fuentes aseguran que las instalaciones están «operativas» y que en estos meses «se han ido rotando los cargadores» para comprobar que todos funcionaban correctamente.
La intención sigue siendo que, de cara a 2024, un tercio de los buses de Zaragoza sean 100% eléctricos, un avance que, unido al otro tercio de vehículos híbridos, permitirá reducir significativamente las emisiones de CO2.
A la chatarra tras 17 años de servicio
La llegada de más buses eléctricos a Zaragoza va a permitir ir retirando los vehículos más veteranos de la flota.
«Los que se están quitando ahora tienen unos 17 años. Damos prioridad a los más antiguos», explica Javier Zueras, gerente de Mantenimiento de Avanza.
Los nuevos llegan «de uno en uno» en semirremolques, lo que les permite anticiparse y agilizar los plazos.
«Antes de que los traigan iniciamos el proceso de matriculación, ya que para que uno nuevo entre en servicio hay que dar otro de baja. La flota tiene que ser siempre de 352, no podemos variar ni por arriba ni por abajo», apunta.
Aunque en mandatos anteriores llegaron a donarse a Cuba o Senegal, los que se están retirando en la actualidad tienen como destino la chatarra, según informó Heraldo.es.