El mes pasado Randall Zúñiga, director de Energía en el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), anunció la posibilidad de incorporar entre 300 y 500 autobuses eléctricos. Todo esto a partir de un trabajo en conjunto con la Sociedad Alemana de Cooperación Internacional (GIZ).

Sin embargo, Ronny Rodríguez, viceministro de Energía del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), lo confirmó: Costa Rica sumará al menos 500 buses cero emisiones en los próximos tres años de manera gradual.

“Si hay algún interés en adquirir los a hidrógeno no hay ningún problema porque la idea es utilizar cualquier tecnología no contaminante. El híbrido no porque funciona a combustión”, explica Rodríguez en diálogo con Portal Movilidad.

En principio, las unidades circularán por el Gran Área Metropolitana compuesta por las cuatro ciudades principales: San José, Heredia, Cartago y Alajuela.

“No tenemos ningún inconveniente si una empresa quiere extender el servicio a otras zonas del país. Además, las unidades también podrían utilizarse para transporte de estudiantes, para el sector turismo o para el traslado de trabajadores. No hay limitaciones”, aclara el Viceministro.

Estas iniciativas surgen a partir de la Ley de Fomento de Movilidad Eléctrica de Costa Rica que establece como mandato la sustitución paulatina de la flota de autobuses por unidades eléctricas.

¿Cuál es el modelo de financiamiento?

Para la adquisición de los buses el MINAE se encuentra trabajando en tres modelos de negocios diferentes.

La primera estrategia consiste en conseguir financiamiento blando.

Rodríguez indica: “Analizamos tres opciones. La primera, que la banca financie a la empresa que tiene la concesión de las líneas del transporte público; la segunda, que alguna empresa eléctrica, como el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), financie la incorporación de los vehículos; la tercera, crear un modelo de negocios nuevo con consorcios para que financien la importación”.

La segunda estrategia incluye a todas las compañías interesadas en el modelo, es decir, no solo a aquellas involucradas en el transporte directamente.

La tercera consiste en generar una garantía y seguridad jurídica y tarifaria. El objetivo es que cuando una empresa se traslade del consumo de combustible a energía eléctrica haya estabilidad en los precios y seguridad jurídica para que pueda operar.

¿De qué manera trabajarán con los cargadores?

En principio, el MINAE aspira a que las distribuidoras de electricidad realicen alianzas estratégicas con los concesionarios de los autobuses para que las instalaciones y las cometidas las desarrollen conocedores de la materia.

Otra opción es trabajar de manera conjunta con empresas privadas.

“Para eso estamos identificando algunos fondos interesantes que están especialmente diseñados para los centros de recarga de autobuses que son masivos y electrointensivos”, comenta el Viceministro.

Los tres objetivos del MINAE

El Ministerio insiste en un proyecto que consiste en poner en funcionamiento para el 2027 un tren eléctrico de carga en la zona atlántica.

“Es un plan a nivel país muy importante para lograr bajar la cantidad de emisiones”, anuncia Rodríguez.

Por otra parte, la administración hace hincapié en la importancia de continuar impulsando la electromovilidad desde el uso del vehículo particular.

“Debemos seguir promoviendo los incentivos de tipo fiscal, que siempre haya posibilidad de exonerar algunos impuestos asociados a la importación, y comunicando las ventajas que tiene la movilidad sostenible individual”.

Asimismo, el MINAE continuará trabajando en materia de recarga a nivel nacional.

“Que la tarifa eléctrica del automóvil sea baja es clave para darle seguridad a quien cambia su vehículo. También hay que contar con centros de carga a lo largo de las carreteras para que nadie se quede detenido por falta de energía”, sostiene el Viceministro.