A la hora de pensar en adquirir un coche eléctrico se generan una serie de dudas. Las recargas, la manera de conectarse hacen que los nuevos usuarios lidien con la idea de que es una transición difícil de abarcar.
Es así que, con la intención de favorecer al mercado y evitar problemas complejos, Álvaro Vázquez Suárez, Country Manager en ABB Emobility, propone un sistema de ayudas económicas a la instalación de cargadores en comunidades residenciales.
Uno de los principales inconvenientes de empezar la instalación en un garaje comunitario es que cada persona prácticamente empieza de cero.
Cada uno según su instalador y cargador hace su propia acometida sin tener en cuenta que otros usuarios también lo harán, por lo que la segunda persona que vaya a instalar el próximo deberá iniciar desde cero.
Y probablemente las instalaciones nunca lleguen a coordinarse, y terminen dificultándose cada vez que se requiera realizar una nueva a causa de la falta de coordinación.
Generando así, problemas en la gestión de la energía y sobrecostes a cada instalación
«Una idea interesante que podría ser un buen foco para las ayudas sería que se fomentase la preinstalación completa de las plazas aprovechando la instalación del primer cargador», plantea el especialista.
En este sentido la empresa plantea que el instalador, por ejemplo, pueda pedir una ayuda que cubra el coste para todos los habitantes de la comunidad, se podría aprovechar la primera intervención, asegurar un proyecto integral que coordine las instalaciones futuras y que no suponga coste para los habitantes.
Según Vázquez Suárez, con esto se conseguirían varias cosas, según explica en diálogo con Portal Movilidad España.
La primera, que las personas que quieran instalar un PR eliminen la barrera de la complejidad. Se acercaría mucho a “cablear el cargador y listo”.
Lo segundo, los instaladores harían instalaciones más profesionales al poder tener una visión de proyecto y no de cargador individual.
Y tercero, se solucionaría los problemas futuros, antes de empezar.
“Esta iniciativa ayudaría a que el próximo vecino tenga la tarea hecha, sirviendo así como una ayuda útil que abriría las puertas a la electromovilidad”, sostiene al respecto.
La propuesta es compleja, pero permite ir avanzando hacía un escenario mucho más simple. En un principio el Plan Moves era una idea complicada, pero con el paso del tiempo las administraciones fueron definiendo detalles con la intención de lograr una mayor penetración de los segmentos de cero y bajas emisiones.
Hoy en día esta gestión ha permitido que muchos indecisos accedan por primera vez a un vehículo de este tipo y a su correspondiente punto de recarga.
En este sentido, Álvaro Vázquez Suárez agrega: “La clave de esta iniciativa es que las administraciones lo planteen lo suficientemente bien para que sea fácilmente aplicable a cualquier tipo de edificación y cargador”.
El crecimiento que se prevé es exponencial en palabras del Country Manager de ABB Emobility, por ello “deben preveerse problemas relacionados con la infraestructura”.
Buenas expectativas
Desde la compañía ven un panorama alentador de cara al 2022. El crecimiento se irá consolidando de manera muy rápida, de la mano de requerimientos tecnológicos más exigentes.
Los cargadores más requeridos ya no van a ser los más básicos, sino que, por el contrario, se notarán mayores exigencias técnicas.
“Un cargador que no cuente con conectividad o medidores no va a estar en el mercado”, concluye el especialista.