El desembarco de Tesla en Latinoamérica genera opiniones encontradas en el ecosistema de la electromovilidad, especialmente en los debates sobre infraestructura de carga.
Con presencia en México, Chile y -según se rumorea- Colombia, la elección de una región mayormente rica en litio no es azarosa, ya que es una materia prima fundamental para la fabricación de sus baterías.
Mientras algunos mercados reaccionan con cautela ante los movimientos de la compañía de Elon Musk, otros celebran el compromiso de expandir una tecnología de vanguardia a nivel mundial.
Mobility Portal Latinoamérica dialoga con las principales empresas de infraestructura de carga para conocer su opinión ante la presencia del gigante automotriz y la estandarización de sus conectores, durante el International Mobility Portal Summit.
Chile fue el primer país que eligió Tesla para desembarcar en Sudamérica, la apertura de la primera tienda oficial en el país marcó un paso importante en el sector de la electromovilidad.
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Jorge Perez, experto en infraestructura de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) considera que la decisión se debe a que Chile cuenta con “políticas públicas claras, infraestructura de recarga robusta y estándares de calidad alto en seguridad”:
En relación a la homologación del conector NACS, que tanta disputa genera, revela que no recibieron “información oficial” al respecto.
“Esto se debe a que los modelos que serán comercializados ya vienen con los conectores CCS 2 o Combo 2. Por lo tanto Tesla, al igual que el 80% de los vehículos que circulan, son compatibles con la infraestructura de carga ya existente”, explica.
Por su parte, Javier Contador, jefe de Proyectos de AgenciaSE, adhiere a esa información y sostiene que las dudas iniciales “se resolvieron rápidamente”.
En ese sentido, pone sobre la mesa dos puntos relevantes: el refuerzo del estándar CSS 2, que predomina en el país, y la incorporación e inversiones que se realizarán en infraestructura de carga coherentes con la plataforma de interoperabilidad.
Ante esa perspectiva, Contador sugiere que “Tesla viene a reforzar una definición más de mercado que de normativa”.
Es que, si bien Chile cuenta con una normativa que regula la estandarización, no incluye al conector de Tesla dentro de sus opciones. En la actualidad, existen aproximadamente 1000 conectores de acceso público y cerca del 81% son de tipo 2 o CCS2.
“Su llegada es una decisión coherente, tanto con la disponibilidad de carga de acceso público disponible como también con las proyecciones que tienen otras marcas a nivel nacional”, señala.
En Colombia la historia es similar. Aunque no hay anuncios oficiales, el 4 de enero de 2024 trascendió que la automotriz americana se registró como una sociedad de acciones simplificadas (SAS) ante la Cámara de Comercio de Bogotá.
En tanto, Jaime Escobar, experto del área eMobility & Innovation de INTRANS, comenta que “dificulta la planeación de la infraestructura de carga, no solamente en carga pública sino también a nivel residencial y comercial”.
Vale recordar que en el país existe una normativa establecida por el Ministerio de Minas y Energía, que establece que las estaciones de carga pública dispongan de conector tipo 1.
Sin embargo, Escobar resalta: “La realidad es que en el mercado hay vehículos que poseen hasta cuatro o cinco tipos de conectores”.
Por último, también es clave mencionar a México, donde la automotriz tiene su presencia consolidada y hasta prevé la construcción de una megafábrica con inversiones superiores a los 10 mil millones de dólares.
“En México, tenemos protocolos de carga con diferentes fabricantes, llegar a la estandarización se vuelve complicado mientras no exista una sinergia de todos los participantes del mercado eléctrico”, alerta Horacio Ramos, Head of eMobility de Siemens México, sobre la homologación.
Por eso considera que utilizar la infraestructura de carga que ya está en el país, como la de Tesla, es de gran ayuda.