“Es una pregunta difícil. Es una pregunta para un oráculo”, asegura primeramente Andrés Astacio, entre risas.
Luego, amplía: “No sabemos en qué momento, pero tenemos la certeza de que va a ocurrir. El gran temor es que se dé de manera súbita. El gas propano pasó de ser un combustible residual en el año 2000 a ser el principal en la movilidad durante 2007. Desde la Superintendencia estamos intentando prevenir ello”.
El funcionario sustenta su afirmación en virtud de intercambios que han sostenido con la Dirección General de Aduanas. Allí puede notarse un “crecimiento exponencial anual” del ingreso de vehículos eléctricos al país.
A su vez destaca que se están viendo “señales serias”. En el segmento de dos ruedas, ya no se trata sólo de scooters para la recreación sino también se percibe el ingreso de vehículos para fines productivos.
“En América Latina no aprovechamos la tecnología, pero dentro de seis y ocho años podríamos encontrar cierta masificación de la electromovilidad. Empezar a verlo en el transporte escolar, en buses, son cosas que están llegando y promueven el uso de la movilidad eléctrica”, explica el Superintendente.
Según los últimos datos disponibles, la suma de importados electrificados alcanza los 3.600 vehículos, contabilizando todos los segmentos.
Así es como, según la Asociación de Movilidad Eléctrica Dominicana (ASOMOEDO), los cero y bajas emisiones superaron la importación de vehículos usados.
En torno al crecimiento, la SIE se encuentra proyectando cuál será el lugar de la electromovilidad en la demanda de energía.
“En la próxima década, estamos previendo que representará al menos el 15% de la demanda eléctrica nacional. Si fuese hoy, eso sería en el pico 400 mW de potencia. Si lo vemos en electricidad es de 3 tW”, calcula Astacio en diálogo con Energía Estratégica.
También aclara que, de ser en la próxima década y teniendo en cuenta que la demanda tiende a crecer, el número será superior.
Por otro lado, desarrolla el trabajo realizado en las nuevas normativas para la carga de vehículos eléctricos.
Cabe aclarar que en la NOM-137-2022 y NOM-138-2022 se abarcan dimensiones tarifarias y técnicas, tanto para la instalación de cargadores en vía pública como en la carga residencial.
Inclusive se establecen horarios preferenciales para la carga de vehículos, donde se puede alcanzar un ahorro mensual de hasta el 50% en electricidad.
“Hemos establecido un modelo que permite el desarrollo y la formalización de la red nacional de carga”, indica el funcionario.
Si bien la entrada en vigencia de la normativa será el 18 de marzo, el sector privado ya se encuentra “en su marca” para invertir en la alimentación de rodados electrificados.