Todo el sector del automóvil se encuentra la espera de las definiciones en torno a la normativa Euro 7. 

Y en este marco la eurodiputada española de Ciudadanos, Susana Solís, acompaña a la industria con la misma expectativa. 

Este jueves 12 de octubre el Parlamento Europeo someterá a votación el borrador de propuesta para la norma que limita las emisiones contaminantes de los vehículos nuevos que se venden en Europa.

En concreto, el objetivo de esta propuesta revisada de la norma Euro 7 es conseguir que la industria pueda concentrar sus inversiones en las tecnologías que vayan a sobrevivir en 2035, como los frenos, las baterías o las ruedas.

Aquí, en exclusiva para Portal Movilidad España, la europarlamentaria relata como se vive el proceso desde su óptica:

¿Cuál es el primer reto que se presenta a la hora de hablar de la Euro 7?

Básicamente, iniciamos por el punto de que la propuesta de la Comisión Europea era inabordable.

Aprobarla suponía un desafío en sí mismo por sus plazos y requisitos, tanto para turismos, como furgonetas y vehículos pesados. 

Entonces, ¿qué objetivos se propusieron en su propio documento?

Buscamos hallar un equilibrio entre la mejor calidad del aire, la movilidad asequible y la estabilidad de la industria automovilística europea.

Para vehículos ligeros, mi posición como representante de los liberales está siendo mantener las condiciones de prueba de Euro 6, para evitar inversiones adicionales en laboratorios y adoptar los límites de la comisión con una ligera modificación para furgonetas, planteando un plazo de 2 a 3 años de implementación. 

Susana Solís Pérez en el parlamento

¿Y para los segmentos pesados?

Allí apostamos por conservar las condiciones de prueba de Euro VI pero buscando una reducción del 60% en emisiones, fijando para ello un periodo de 4 a 5 años de implementación.

¿Qué sucede con el coche eléctrico en medio de todo esto?

La intención es apoyar tecnologías duraderas y no desviar inversiones hacia tecnologías obsoletas. 

Con esta regulación se establece la durabilidad de baterías y junto con AFIR (Regulación relativa a la Infraestructura para los Combustibles Alternativos), se busca mejorar la confianza del consumidor en el coche eléctrico y sí, hacer del despliegue de vehículos eléctricos una realidad en Europa. 

¿Cómo?

Es fundamental garantizar el despliegue de puntos de recarga en todo el territorio europeo, inclusive a través de la colocación de puntos de recarga públicos en zonas rurales o despobladas. 

Las baterías también cuentan un apartado en esta propuesta de Euro 7…

Claro, por primera vez, se está regulando la durabilidad de las baterías. 

Para mejorar la confianza del consumidor en el vehículo eléctrico buscamos establecer mejores rendimientos de baterías: Euro 7 debe ser más exigente en el rendimiento y la durabilidad de las baterías de coches eléctricos.

Pero también, conservando el 85% de su carga en los primeros cinco años y hasta un 75% (70% para las furgonetas) en la primera década de vida del vehículo. 

¿Notan que el apoyo español al sector de la automoción y eMobility sea suficiente?

En España contamos con numerosas fábricas con modelos pequeños e híbridos que, con la propuesta de la Comisión, estarían en riesgo de cierre.

Por eso es crucial que los eurodiputados españoles defendamos a nuestra industria, y a los miles de puestos de trabajo que hay en ella, con un Euro 7 que incluya fechas y condiciones de prueba realistas. 

Ya hemos conformado una mayoría en la que el consenso buscado por nosotros los liberales ha sido crucial, pero lo más conveniente es que los socialistas españoles se sumen a este apoyo en la votación parlamentaria. 

¿Qué sucede con España en el parlamento?

El pasado 25 de septiembre el Consejo adoptó su orientación general sobre la propuesta de la Comisión. La mayoría de Estados ha mostrado su apoyo a la propuesta de texto presentada por la Presidencia española del Consejo. 

España, en concreto, se posiciona en la postura mayoritaria, lo que no va a hacer ahora es influir sobre los demás Estados porque, al ostentar la Presidencia, debe mantener una postura neutra. 

No obstante, antes de tener la Presidencia, ni a mí ni a muchos compañeros nos quedaba clara la postura española. He reclamado varias veces al Gobierno y al Ministerio que adoptasen una posición clara y se alejasen de la ambigüedad que venían trayendo. 

¿Hay casos concretos donde se demuestre?

El ejemplo más claro estuvo en la presentación de la carta contra la propuesta de la Comisión que firmaron países como Francia, Italia o República Checa donde se indicaba que la continuidad de muchas fábricas, y por ende del sector, corría serio peligro. 

España, a pesar de su potente industria automovilística, no firmó. 

Con miras a las votaciones del jueves, ¿qué esperan ver? 

En cuanto a la postura del Parlamento para la Euro 7, lo que pretendemos es que la mayoría sea lo más amplia posible.

Queremos alcanzar un consenso entre el grupo liberal, los populares europeos y los conservadores de cara a la votación en el comité de medio ambiente y en el Pleno. 

No puedo anticiparme al futuro ni predecir posibilidades de cambio, pero espero que este consenso se mantenga como una realidad posible. 

¿Y si se ven variaciones?

Espero que la norma final no cambie mucho respecto de lo adoptado en el Parlamento, pues estamos planteando un equilibrio entre ciudadanía, industria y medioambiente. 

Debate de Solís con la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicios (CEEES) y CEOE sobre el papel que juega la industria para alcanzar una movilidad libre de emisiones.

¿Cuál es el camino parlamentario debe recorrer la Euro 7?

La aprobación de Euro 7 está siguiendo el proceso legislativo ordinario habitual en las instituciones europeas.

La Comisión Europea presentó su propuesta inicial en noviembre de 2022, reuniendo en un solo acto jurídico los objetivos de emisiones para vehículos de motor ligeros y pesados, normas que hasta ahora estaban reguladas en reglamentos diferentes. 

Después, desde la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo (ENVI) hemos negociado durante meses la propuesta inicial para plantear enmiendas al texto y votarlo en el comité de medio ambiente el 12 de octubre y en el Pleno el próximo mes de noviembre. 

¿Cómo se ha vivido este proceso?

Como eurodiputada del grupo liberal, tengo el honor y la responsabilidad de ser la única española que ejerce de negociadora en la Euro 7 y puedo decir que no ha sido un proceso sencillo.

Durante las negociaciones se han conformado bloques dispares y mi labor ha sido buscar el mayor consenso posible entre todos, teniendo siempre en cuenta los intereses de la industria española.