El objetivo del proyecto del senador Ciro Nogueira (PP) es prohibir los vehículos nuevos de combustión interna para 2030.
Uno de los principales puntos de su iniciativa, que ahora se debate en el Congreso, es instaurar una «política de sustitución de los coches propulsados por combustibles fósiles».
En su opinión, los sustitutos adecuados serían los coches eléctricos.
Hasta ayer al mediodía la idea de prohibir los coches de combustión contaba con 3.352 votos a favor y 10.010 en contra en la plataforma de participación popular del Senado, donde cualquiera puede dejar constancia de su posición al respecto.
El proyecto fue presentado en 2017. En 2020 fue aprobado por la Comisión de Constitución, Justicia y Ciudadanía (CCJ) del Senado, pero permaneció en suspenso desde entonces hasta que, en mayo de 2023, Nogueira pidió que se desarchivara la propuesta.
El PLS 304/2017 se encuentra en la Comisión de Medio Ambiente (CMA), donde fue sometido a votación el pasado miércoles (20).
Sin embargo, el relator, el senador Carlos Viana (Podemos-MG), pidió retirarse de la agenda para reexaminar su dictamen, que es favorable a la propuesta de Nogueira.
Si la comisión aprueba el proyecto y no hay recurso en contrario, el texto pasa directamente a la Cámara de Diputados. Para entrar en vigor, el texto todavía necesitaría la aprobación de la Cámara y la sanción presidencial.
El proyecto de Nogueira añade dos artículos al Código de Tránsito brasileño (Ley 9.503/1997).
Uno de ellos prohíbe la venta de vehículos de combustión, a excepción de los «alimentados exclusivamente con combustibles duales», a partir de 2030.
El otro también prohíbe la circulación de estos modelos, diez años después, permitiendo algunas excepciones. Según el texto, a partir de 2040 sólo podrán seguir en circulación los siguientes vehículos de combustión:
– coches de colección;
– coches oficiales;
– vehículos de representación diplomática;
– vehículos visitantes extranjeros, dentro del plazo de 180 días de estancia.
El texto del proyecto no aclara cómo se realizará esta transición ni aborda sus impactos en los mercados del automóvil y del transporte o en las cadenas de producción.
Economía verde como respuesta a vehículos a combustión
La propuesta también determina que se seguirán liberando vehículos propulsados por biocombustibles, como el etanol.
Para justificarlo, el senador Ciro Nogueira (PP-PI), autor del proyecto, afirma que el sector del transporte representa la sexta parte de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, principal agente del efecto invernadero.
«La razón es que, en el mundo, el 95% de la energía utilizada por los vehículos proviene de la quema de combustibles fósiles», dice Nogueira.