El mercado chileno cuenta actualmente con 15 marcas de vehículos cero o bajas emisiones con más de 30 modelos a disposición.

En este marco, algunas semanas atrás, el Gobierno anunciaba la nueva estrategia de electromovilidad que queda en consulta pública por algunos días más. Allí se dispone que –entre otras cuestiones- la meta de 100% de ventas de vehículos livianos y medianos eléctricos es al 2035.

“Esto fue aclarado por el Ministro Jobet: no es una prohibición a la importación de vehículos a combustión interna a contar del año 2035 sino que se trata de un cronograma de incentivos y promoción para alcanzar esa meta de vehículos”, remarcó recientemente Diego Mendoza, Secretario General de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC).

Y destacó: “Nos parece una buena noticia ya que siendo Chile un mercado tan abierto y solamente de importación no sería correcto excluir a un origen especifico que solo fabrique vehículos a combustión interna en un periodo de tiempo solo para permitir que se vendan vehículos eléctricos”.

Esto en función de que el país cuenta con tratados que impiden este tipo de discriminación a un origen que pueden, incluso, llegar a ser socios comerciales y estratégicos.

Con optimismo, Mendoza sentenció: “Que esa meta se pueda alcanzar antes del 2035 es algo que puede ocurrir, ¿por qué no?”.

¿Qué pasará con los vehículos que utilizan combustibles fósiles después de 2035?

Al respecto, las autoridades señalaron que no habrá restricciones teniendo en cuenta la categoría de importador de tecnología del país sino que a lo que se apunta es a que los mismos fabricantes solo van a comercializar vehículos eléctricos y eso es lo que se va a importar.

“Van a continuar circulando y no sabemos cuál va a ser el minuto en que salga de circulación el ultimo automóvil de combustión interna en este país”, indicó el Secretario General de ANAC en el Webinar “Metas de electromovilidad para Chile, desafíos y oportunidades” del Colegio de Ingenieros de Chile.

Cabe destacar que prohibir la cadena de suministro de combustible no sería una medida muy bien vista y generaría incertidumbre y resultados adversos con consecuencias directas en el mercado de, por ejemplo, la post venta de vehículos de combustión interna.

Barreras y oportunidades

ANAC expuso una serie de barreras a derribar: puntos de carga residenciales y públicos, incentivos, las limitaciones detectadas por la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE) y valor de la tecnología eléctrica.

En este último punto, se pregunta ¿Cómo va a competir Chile frente a la creciente demanda de los países más desarrollados y con un PIB superior en la promoción de vehículos de cero y bajas emisiones?

“Tenemos que ser un país competitivo para traer ese vehículo y venderlo acá, entonces todas estas barreras tienen que ser resueltas para que al año 2035 sea más conveniente traer un vehículo y venderlo acá porque si no el usuario va a seguir prefiriendo el de combustión interna”, afirmó Diego Mendoza.