No tendrá lugar de forma homogénea en todas las marcas, ni tampoco hay una fecha fija en la que se empezará a dar esta tesitura, pero Jim Rowan, CEO de Volvo Cars ha adelantado que en tan sólo tres años se alcanzará la igualdad de precios.

Está claro que para que la implantación del coche eléctrico se realice de forma masiva en todo Europa y en todo el mundo se necesita que los precios bajen. La premisa de un menor coste es algo que lleva mucho rondando en la cabeza de diseñadores, ejecutivos y compradores, pero todavía no hay un atisbo claro.

Según varios estudios, la paridad de precios recién podría darse en 2027 y luego en 2028, los vehículos eléctricos tendrían un menor coste que el de combustión. Especialistas opinan que solo habrá paridad, pero el tiempo lo hará saber.

La delicada situación de la economía global está poniendo en jaque esa estrategia. Los costes están disparados para todo el mundo, y eso no ayuda en absolutamente nada a bajar las facturas de producción y venta.

Las diferentes rentas que se ven en la Unión Europea suponen un considerable hándicap para los compradores, y lo peor es que no hay claras evidencias de que la paridad entre térmicos y eléctricos vaya a llegar pronto, o no al menos como se espera. 

Si se observa la escalada de los precios, lo más probable es que los coches de combustión alcancen las tarifas de los eléctricos y no al revés, que es como todo el mundo esperaba. 

El CEO de Volvo considera que el precio caerá porque la eficiencia de los coches irá en aumento, lo que permitirá rodar durante los mismos kilómetros con paquetes más pequeños. No hay que olvidar que la batería de un eléctrico es el elemento más caro del coche (entre un 35 y 40%). 

A pesar de ello no hay nada en el panorama mundial que anime a confirmar las declaraciones del propio Rowan. La inflación es alta, los problemas de suministros se incrementan y las materias primas siguen escaseando. 

Rowan es muy optimista en cuanto a la oferta comercial de sus coches. El lanzamiento del Volvo EX90 inaugura una nueva etapa en la compañía. 

El buque insignia se presentó la semana pasada con una tremenda colección de tecnologías y sistemas que por el momento no han anunciado su precio de venta. Nadie espera que el EX90 sea un coche barato. 

Tras la estela de Volvo se sitúa uno de los grandes actores de la industria eléctrica china; el Grupo Geely. El conglomerado tiene en su haber un completo abanico de marcas: Volvo, Zeekr, Smart, Polestar, Lynk&Co, Lotus Cars y más. 

Todas sus marcas se enfrentan a un futuro libre de emisiones, combinando tecnologías y sistemas que permitirán compartir componentes. Esta condición les permite reutilizar elementos, por lo que pueden hacer más rentable cada modelo a medida que la producción crece.