Rivian es considerada uno de los competidores de futuro de Tesla. Es la gran apuesta de Amazon en el sector, ya que el gigante del comercio electrónico tiene casi un 20% de su accionariado después de liderar una ronda de 700 millones de dólares en 2019 y a la que encargó 100.000 furgonetas eléctricas para 2030.
Ese interés fue refrendado por los inversores, que en su primera semana en la Bolsa de Nueva York en noviembre llegaron a elevar su capitalización a los 146.700 millones de dólares (129.600 millones de euros), más que una de las grandes del sector como la alemana Volkswagen.
Sin embargo, sus expectativas parecen estar desinflándose. Hace una semana anunció la subida de precios de sus dos modelos, la camioneta (pickup) eléctrica R1T y el todocamino (SUV) eléctrico R1S, en un 17% y 20%, por la inflación y el incremento de costes de los componentes, entre ellos los semiconductores.
Tras esa subida, Rivian envió una nueva carta en la que aseguraba que ese incremento no se aplicaría a quienes habían ya reservado sus vehículos. Hasta el 8 de marzo, Rivian contabiliza 83.000 reservas del R1T, según la memoria de la compañía.
En ella, el consejero delegado de Rivian, RJ Scaringe, hacía acto de contrición. «He cometido muchos errores en 12 años al frente de Rivian, pero este ha sido el más doloroso. Lo siento mucho y estoy convencido en recuperar vuestra confianza», señaló en esta carta según Business Insider.
Lo último se ha producido este jueves, cuando la compañía ha anunciado que recorta su producción prevista para 2022 a la mitad, de los 50.000 vehículos que tenía previstos para este año a 25.000, debido a los problemas de la cadena de suministros.
Según dijo a los accionistas Scaringe y recoge el Financial Times, esta situación también se debe a otra serie de impedimentos: desde una parada de 10 días que tuvieron que hacer en su fábrica para «afinar las líneas de producción» al incremento de casos de covid-19 por la variante ómicron, o problemas meteorológicos por el invierno severo que está viviendo Illinois (Estados Unidos), donde tienen su factoría.
Pérdidas de 4.688 millones de dólares y castigo en bolsa
Rivian dio a conocer este jueves sus datos del conjunto del año, tras su primer trimestre como compañía cotizada, en los que reveló unas pérdidas netas de 4.688 millones de dólares (4.260 millones de euros) en 2021, el cuádruple del año anterior, según el documento enviado por la compañía a los accionistas.
En el último trimestre facturó 54 millones de dólares (49 millones de euros) gracias a haber entregado sus primeros 909 vehículos, prácticamente lo que ingresó en todo el año (55 millones). Sus costes operativos siguen siendo muy amplios, de 3.755 millones de dólares (3.400 millones de euros).
La acción de la compañía estadounidense, que ya ha perdido la mitad de su valor desde que salió al mercado —de los 100 dólares de partida a unos 41 dólares actualmente— se ha desplomado otro 6% tras conocer la modificación del objetivo de producción en la negociación posterior al cierre del mercado, hasta quedarse en casi 36 dólares.