La Secretaría Municipal de Transportes de Campinas, en el interior de São Paulo, realizó la semana pasada, la primera audiencia pública del ciclo de audiencias sobre la licitación de los servicios municipales de autobuses.

La concesión debe ser por 15 años y puede ser prorrogada por otros cinco años.

La ciudad de Campinas está dividida en cuatro lotes operativos de empresas de ómnibus por concesión, además de 256 permisos de ómnibus individuales operados por cooperativas.

Los contratos vigentes son de 2006 y en 2021 fueron prorrogados con cláusula resolutiva, es decir, terminan cuando concluye la licitación.

La licitación comprenderá únicamente las concesiones. En lugar de cuatro lotes, el sistema se dividirá en dos lotes.

Las inversiones totales previstas en la concesión por parte de las empresas deben rondar los R$ 1,4 mil millones, siendo R$ 650 millones para el Lote Norte y R$ 750 millones para el Lote Sur.

Las empresas que ofrezcan la menor tasa de remuneración ganan y no habrá requisito de subvención.

Los buses deben contar con aire acondicionado, wi-fi y enchufes USB para cargar celulares.

El secretario de Transporte, Fernando de Caires, explicó que la boletería no formará parte de la licitación, ya que deja de ser responsabilidad de las empresas, quedando a cargo de Emdec (Empresa Municipal de Desarrollo de Campinas). Emdec será responsable de la generación y comercialización de créditos y también de los equipos y validadores que serán instalados en los buses.

La promesa es tener más control por parte del gobierno y poder ampliar los métodos de pago de las entradas.

Otro aspecto es en relación al PAI (Programa de Accesibilidad Inclusiva), dirigido a personas con discapacidad severa, hoy responsabilidad de las empresas. Bajo el modelo propuesto, las empresas de buses ya no operarán el PAI. Para el Programa, habrá un proceso de licitación específico.

Los corredores de ómnibus de Campinas del tipo BRT (Bus Rapid Transit) serán operados 100% con colectivos eléctricos, que representarán el 20% de los ómnibus de la ciudad – 128 ómnibus operativos, además de las reservas. También habrá incentivos para la inclusión de buses eléctricos fuera de los corredores.

Las empresas de autobuses pueden comprar o alquilar estos colectivos eléctricos. También puede haber compras de autobuses no eléctricos menos contaminantes, como los de gas natural, por ejemplo.

Habrá estaciones de carga para las baterías de los buses, con paneles solares para la generación de energía, con inversiones para su instalación en el primer año de la concesión.

La gestión financiera del sistema será independiente, quedando también fuera de la responsabilidad de las empresas de autobuses.

Se mantendrán las integraciones de dos horas y la política de tarifas, incluidas las subvenciones.

La reestructuración del transporte a la ciudad diferencia entre la tarifa pública (pagada por el pasajero) y la tarifa de remuneración (lo que recibirán las empresas de autobuses según los contratos).

La remuneración de las empresas de buses tendrá en cuenta dos pilares: la remuneración por la oferta (pago del costo de operación de los servicios) y la remuneración por la demanda. El objetivo es hacer que las empresas aumenten la calidad y atraigan más pasajeros.

Así, en la práctica, según la presentación, las empresas deberán cumplir con indicadores de calidad, y el cumplimiento de los cronogramas representará el 50% del peso en la cuenta de remuneración. La satisfacción de los pasajeros, la seguridad y las condiciones de la flota también serán parte de estos indicadores que influirán en cuánto ganarán las empresas.

Fernando de Caires también explicó que con el proceso de licitación, el objetivo es que más personas usen el transporte público.

Actualmente, en Campinas, se realizan 1,8 millones de viajes al día en diversas formas, desde la caminata hasta los medios motorizados. Los autobuses representan el 27% de estos viajes.

La demanda de pasajeros debe ser el 90% del total transportado antes de la pandemia en el primer año de concesión y, a partir del sexto año, debe alcanzar el 110% con respecto a 2019, cifra similar a la cantidad de usuarios de 2017.

Otro objetivo es aumentar el número total de asientos en los autobuses en un 5%.