Rusia es el segundo exportador mundial de petróleo, y Europa es su principal cliente. Rusia suministra actualmente uno de cada cuatro barriles de petróleo consumidos en Europa, de los cuales dos tercios se usan en el sector del transporte.
El Reino Unido ha anunciado la prohibición de importar petróleo ruso y la Unión Europea está apunto de anunciar el fin de las importaciones de petróleo ruso para finales de este año.
En esta entrega, Transport & Environment (T&E) evalúa cómo, y en qué grado, la UE puede terminar con las importaciones de petróleo ruso mediante la reducción de la demanda en lugar de crear nuevas dependencias energéticas de otros regímenes autoritarios productores de petróleo que no respetan los derechos humanos como Arabia Saudí o Irán.
El análisis de T&E muestra cómo un programa de ahorro energético, asociado con un programa de rápida electrificación, podría reducir la demanda de petróleo en 38,8 Mtep en el año 2023, lo que equivale al 48% del petróleo ruso usado por el transporte en Europa (o el 12% de la demanda total de petróleo en la UE). Temporalmente, hasta 2027, habría que asegurar el 52% restante de otros suministradores.
Para el año 2030, la demanda de petróleo de la UE podría ser un 35% menor que en 2019, reemplazando completamente la cuota de mercado del petróleo proveniente de Rusia.
Centrarse en el ahorro energético y la electrificación aseguraría que la estrategia de seguridad energética en el corto plazo estuviese alineada con los compromisos climáticos tanto de la UE como del Reino Unido, al mismo tiempo que ayudaría a disminuir el precio del petróleo a nivel mundial.
Programa de ahorro energético (medidas a corto plazo)
El potencial teórico para mejorar la eficiencia del transporte de manera inmediata es enorme. Por ejemplo, la ocupación media de un turismo es de 1,6 personas, mientras que una quinta parte de los camiones circulan sin carga alguna.
Pero incluso un programa modesto de medidas para reducir la demanda, que incluya, entre otras, medidas como teletrabajar dos veces en semana, reducir la velocidad de turismos y camiones o reducir la demanda de vuelos para viajes de trabajo podría contribuir con una reducción del consumo de 26,8 Mtep, o lo que viene a ser el 8,1% de la demanda de petróleo en el transporte.
Al mismo tiempo, es fundamental que los gobiernos no disminuyan de manera artificial los precios de los combustibles.
Los 14.000 millones de euros en reducciones impositivas anunciadas por 18 países europeos desde marzo han causado 3,3 Mtep de consumo adicional de petróleo, afectando de manera importante los presupuestos nacionales.
Si la medida se prolonga en el tiempo, costará 52.000 millones de euros y añadirá una demanda adicional de 12.9 Mtep para finales de año.
El precio del petróleo debe ser marcado por el mercado pero, por otro lado, debe haber ayudas para las familias de ingresos bajos y medios en forma de asignaciones en efectivo de carácter mensual.
Junto con las medidas de reducción de la demanda de carácter inmediato, esto equivale a reducir el consumo de combustibles en el transporte en un 11,8%.
Electrificación rápida (medidas a medio plazo para 2025 y 2030)
Medidas que apuesten por cambiar el tipo de parque de vehículos, para que este no use petróleo, llevan más tiempo, sobre todo para que este tenga un impacto importante en la demanda de petróleo a nivel europeo.
Sin embargo, lo interesante es que una vez puestas en marcha son irreversibles y su impacto es muy significativo si se pasan ciertos umbrales.
Medidas como exigir que los fabricantes de turismos y vehículos pesados vendan más vehículos eléctricos asequibles (mediante el establecimiento de estándares de CO2 para turismos y camiones), y que las flotas de vehículos que recorren grandes distancias se electrifiquen de manera acelerada, podría reducir la demanda de petróleo en 27,2 Mtep en 2025.
Es importante destacar que la contribución de los vehículos que recorren muchos kilómetros al año podría reemplazar la demanda de petróleo ruso.
Los coches de empresa, taxis, autobuses, furgonetas de reparto o camiones representan tan solo el 8% del parque, pero consumen el 19% del petróleo del sector transporte. Electrificar los coches de empresa reportaría 2,25 veces más ahorro que electrificar el parque privado en el corto plazo.