Hallar modelos de carga es uno de los grandes desafíos que enfrentan los distintos países para desarrollar la movilidad eléctrica. Entre las distintas opciones, en Brasil se destaca la conveniencia del pago por el uso del cargador para el desarrollo de la infraestructura de carga.
“Tú pones una tarjeta de crédito y te cobran por el tiempo de uso. Los usuarios tienen garantizada la posibilidad de que el cargador esté disponible y funcionando”, explicó Ricardo Bovo, director de Asuntos Internacionales de la Asociación Brasileña de Propietarios de Vehículos Eléctricos Innovadores (ABRAVEI).
Asimismo, compartió en el Ping Pong de la Cumbre Latinoamericana de Movilidad Eléctrica organizada por Portal Movilidad que “esto impulsa la inversión en la industria de cargadores y del servicio de carga. Con más unidades y con más disponibilidad de infraestructura aparecen más vehículos y los usuarios empiezan a creer en la movilidad eléctrica como una opción viable”.
La expansión de los puntos de carga posibilita no sólo mayor facilidad para el desplazamiento sino también para la baja de precios. “Si existe inversión en infraestructura pueden colocarse baterías menos costosas y más livianas”, asegura Bovo.
Fuerte crecimiento en ventas
Brasil ha elevado significativamente las ventas de vehículos eléctricos. Se trata de uno de los países en donde, según un estudio realizado por McKinsey & Company, la media de intención de adopción a vehículos eléctricos supera la de Latinoamérica. En el último semestre se han comercializado alrededor de 2600 unidades de vehículos 100% eléctricos.
Según se contabiliza desde ABRAVEI, este último semestre representa el 40% del total de ventas de los últimos 7 años. “A pesar de que el precio sigue siendo un poco alto, hay colas para comprar este tipo de autos ”, indicó el director de Asuntos Internacionales.
Según ABRAVEI aún no existen regulaciones suficientes para que la electromovilidad sea una opción real para los usuarios. De los 26 Estados, sólo algunos como Brasilia o Paraná han habilitado incentivos para el uso de estos vehículos.
A pesar de la falta de incentivo en términos normativos y los altos precios, las ventas siguen creciendo mes a mes. Sin embargo, se afirma que de existir facilidades impositivas e inversión en infraestructura por parte del Gobierno, la venta sería aún mayor y la transición hacia vehículos eléctricos sería más efectiva.
Buses eléctricos e inversión en infraestructura
En Brasil existen algunos casos donde se ha avanzado decididamente hacia la electromovilidad en el transporte público. Este es el caso de San José do Campo, localidad que ya cuenta con el 100% de su flota compuesta por vehículos eléctricos.
También existen otras ciudades donde la aparición de empresas como Mercedez Benz y BYD han posibilitado esta transición. Esta última ha instalado en el 2019 una fábrica de baterías en Manaos, lo cual ha generado desarrollo en el sector.
Para ABRAVEI el principal desafío es sortear los altos costos de los buses y su infraestructura de carga. Bovo, por su parte, considera que el acceso a créditos brindados por bancos de desarrollo y regulaciones que obliguen o incentiven a los responsables de las concesiones de buses a comprar vehículos eléctricos son clave para avanzar en este sentido.
A su vez, concluyó que “(…) para las capitales u áreas centrales traería más silencio y menos polusión. La gran mayoría de la polusión vienen de los vehículos a disel”.
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