El rol de las ONGs, como motor del crecimiento de la movilidad eléctrica, es relevante sobre todo si tenemos en cuenta que se trata de organizaciones que representan a la sociedad, sin banderas políticas ni intereses económicos.
Uno de sus objetivos es el de influir de forma positiva en el desarrollo de las políticas públicas junto a un adecuado y coherente acompañamiento del sector privado con el fin de lograr reducir las emisiones de CO2 en el transporte como así también colaborar en materia de regulación y de conocimiento hacia la sociedad sobre temas inherentes a la movilidad sostenible.
Además de la transparencia, las funciones de las ONGs son las de crear espacios de buenas prácticas a través de la formación técnica, el networking y la difusión sobre las nuevas tendencias y tecnologías de la movilidad, generar estadísticas e informes fiables, promover acuerdos con multilaterales para viabilizar el financiamiento de proyectos sostenibles, fortalecer el relacionamiento con gobiernos, realizar campañas de concientización sobre el impacto ambiental causado por los vehículos, impulsar mesas de trabajo con los diferentes actores involucrados, realizar acciones de intercambio de know how entre los diversos paises donde también sea posible dialogar y conocer los casos que no han sido exitosos y aprender de esas experiencias, para ¨cortar camino¨.
Para ello, hoy en día, es necesario una visión estratégica que no solo esté alineada al objeto institucional sino también a la realidades del mercado actual y futuro. La adaptación constante y el aporte de sus integrantes son herramientas necesarias para el logro de los resultados esperados, teniendo en cuenta además que en muchos casos son personas motivadas y comprometidas con un propósito y con la pasión de lograr un aporte significativo a la sociedad.
Asimismo las ONGs cumplen un rol social dado que se trata de organizaciones que no tienen un compromiso formal con el sector público ni privado.
Sin dudas, la colaboración institucional y de gestión concreta de las mismas resulta necesaria para acelerar la transición y cambio de paradigma que venimos transitando hace unos pocos años y de forma decidida en la industria automotriz y energética.