Argentina | Opinión
lunes 01 de marzo de 2021
Opinión: La energía eléctrica puede proveer calefacción y movilidad libre de emisiones
Ricardo Berizzo Profesor de la Cátedra Movilidad Eléctrica en UTN
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Sin lugar a dudas Noruega demuestra a través de las cifras que es un país bendecido por la diversidad y cantidad de energía de que dispone. Es un gran productor de energía renovable debido a plantas hidroeléctricas. Cerca del 99% de la producción de electricidad en estas tierras es de ese origen.

Existe también un gran potencial en energía eólica terrestre, energía eólica marina y energía de olas, así como producción de bioenergía desde la madera. Como si todo esto fuera poco, energéticamente hablando, cuenta con una de las reservas de hidrocarburos más grandes de Europa occidental (en el Mar del Norte), siendo el tercer exportador de petróleo del mundo. Gracias a la explotación de petróleo, el superávit generado es depositado en su Government Pension Fund of Norway, el mayor fondo soberano del mundo.

Por otro lado es bien conocida la preocupación de los noruegos por su medio ambiente, que se pone en evidencia entre otras cosas con el mayor número de coches eléctricos por habitante del mundo. La petrolera estatal noruega «Statoil» colocó el precio del litro de nafta en u$s 1,969 al 01-02-21 siendo esta la tercer más cara del mundo luego de Rep. Centroafricana y Hong Kong, favoreciendo la implementación de la movilidad eléctrica en todas sus opciones.

Pero, no todo es color de rosa, en contrapartida Noruega está ubicado en una posición geográfica compleja (de diciembre a febrero, los días son cortos y las noches largas) desde el punto de vista climatológico. En especial este año 2021 las temperaturas están realmente bajas y el crudo invierno se hace sentir.

Noruega vive un proceso de electrificación que va más allá de la movilidad y el coche eléctrico. La calefacción y la industria del país son cada vez más alimentadas desde las redes eléctricas abandonando otras fuentes de energía. Con las últimas olas de frío, la demanda energética del país nórdico ha batido récords, según reporta Bloomberg, el día 4 de febrero (2021) entre las 8h y 9h de la mañana, los noruegos (5.385 millones) consumieron tanta energía como toda la población de Suecia, país que dobla en habitantes a su vecino.

En declaraciones recogidas por Bloomberg, Irene Meldal, jefa de comunicaciones de Statnett (empresa estatal noruega responsable de administrar, operar y mantener la red eléctrica) asegura que «una proporción cada vez mayor del consumo de energía se está utilizando como electricidad«.

No sólo los coches eléctricos que copan el mercado del automóvil noruego, llevando al país escandinavo a ser el referente mundial de la transformación de la movilidad a las cero emisiones, son los responsables del incremento de la demanda y el consumo de energía eléctrica. La calefacción y la climatización del 85% de los espacios interiores del país nórdico se realiza mediante energía eléctrica. Esto sitúa a Noruega como uno de los países con mayor consumo de energía per cápita a nivel mundial (22351 Kwh/persona/año).  Las previsiones indican que la demanda seguirá creciendo hasta un 30% por encima del nivel actual en 2040.

Ahora bien, lo sucedido en el país escandinavo deja sin fundamento las declaraciones como las de algunos  líderes de la industria automotriz tradicional que vaticinan el colapso del sistema con la llegada masiva del coche eléctrico al mercado.

Entre ellos, podemos recordar las controvertidas declaraciones del presidente de Toyota, Aki Toyoda al Wall Street Journal, una de los dichos del dirigente japonés fué que el país del sol naciente «se quedará sin energía eléctrica si los coches funcionaran con electricidad«, además de otras conjeturas del mismo tenor.

La realidad de la situación antes mencionada en  el país escandinavo en cuestión demuestra que un mercado mayoritario de coches eléctricos como el que se ha dado en 2020, con una red de carga extensa con supercargadores dispersos,  todos correctamente alimentados eléctricamente, a lo largo y ancho del país, en plena ola de frío, no ha sucumbido como amenazaba Toyoda.

El sistema noruego ha sido capaz de resistir los picos de demanda demostrando que la energía eléctrica puede proveer calefacción y movilidad libre de emisiones a millones de personas, incluso cuando estas son las segundas que más electricidad consumen de todo el planeta.

El presidente de Toyota, no ha sido el único con declaraciones controvertidas que ha amenazado con el caos que provocaría  la demanda energética del coche eléctrico.

Según Franz Fehrenbach, presidente de Bosch, en declaraciones a la web alemana Stuttgarter- Nachrichten.de en diciembre de 2020, con el aumento de la implementación del coche eléctrico «el sistema colapsará«, vaticinó

El dirigente germano que llamaba «a la resistencia» contra el coche eléctrico, queda en cierto modo desmentido por la evolución de la realidad que el mercado y la fortaleza del sistema energético noruego están demostrando.

Por otro lado, el presidente de Bosch deliberadamente no hace referencia a los múltiples estudios que demuestran que, teniendo en cuenta toda la cadena de producción del vehículo eléctrico, siguen siendo menos contaminantes que los de combustión. Pero además, la red eléctrica se irá transformando paulatinamente hacia las energías limpias, a medida que aumenta el despliegue de energías renovables.

En resumen, poco a poco, a medida que avanza la nueva movilidad y se implantan las soluciones necesarias para garantizar la viabilidad de las redes de carga y la transición hacia una sociedad descarbonizada, se demuestra que los agoreros vaticinios se desmienten uno tras otro a medida que la realidad se abre paso, gracias a situaciones que ponen blanco sobre negro opiniones y  la realidad mostrada en Febrero 2021 en Noruega.

 

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