La introducción de buses eléctricos en las ciudades cada vez es más frecuente en ciudades como Barcelona o Madrid, donde las flotas de EMT y TMB comienzan a ser cero emisiones. Pero, lo mismo no sucede en todos los ayuntamientos.
“Los recursos en las administraciones públicas son limitados”, afirma Joan Serra, CEO de la Asociación de Municipios por la Movilidad y el Transporte Urbano (AMTU) .
De esta manera hace referencia a los municipios más chicos de Cataluña, lugar donde actúa el AMTU para la obtención de fondos para los ayuntamientos o facilitar la transición a la movilidad sostenible.
“Los ayuntamientos están haciendo el cambio para introducir diferentes autobuses, furgonetas, o todos los vehículos que sean de competencia municipal o del transporte urbano eléctrico. En algún caso, también unidades a hidrógeno”, comenta el CEO.
Pero, además del coste, desde AMTU argumentan que la transición se ve complicada porque cada población es diferente y en algunas ciudades todavía no existe la alternativa eléctrica para realizar el recorrido necesario.
Así es que admite: “No es lo rápido que uno querría que pasara, pero se tienen que entender las circunstancias”.
El recorrido no es el único problema marcado, también lo es cómo cargar esos vehículos. Para ello siempre se requiere invertir en infraestructuras para la recarga, cosa que atraer más dinero a la compra de los buses.
“Hay quienes van un poco por delante. En otros ayuntamientos, me consta que lo están preparando, pero hoy por hoy no tiene los recursos para hacer el cambio”, explica Serra.
Por lo que la falta de recursos aparece como principal factor que posterga la transición a la electromovilidad, a pesar de las intenciones de cada ayuntamiento de hacerlo.
También, otro impedimento sería el adecuar un sistema pensado para el de combustión porque se deben adaptar los recorridos a las nuevas autonomías y tecnologías que traen los vehículos eléctricos.
Un tercer punto que comentó Sarra es que es necesario adaptar las cocheras y añadir puntos de carga de los vehículos eléctricos.
Ahora, además de la compra de los buses se están repensando los centros de las ciudades, es decir las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).