Los concejales de Sídney votaron el lunes pasado para impedir que el carbón, el petróleo y el gas se promocionen en sus propiedades y eventos.

La moción, presentada por el teniente de alcalde Jess Scully, afirma que «la ciudad también debería investigar formas de restringir la publicidad de combustibles fósiles y el Ayuntamiento no debería aceptar patrocinios de empresas cuya actividad principal sea la extracción o venta de carbón, petróleo y gas».

Sídney acepta patrocinios para eventos como la Nochevieja y tiene una de las mayores redes de de publicidad exterior más grande del mundo, vista por más de 2 millones de personas a la semana.

Scully comunicó que la ciudad declaró una emergencia climática en 2019 y que estaba orgullosa de apoyar una campaña que vería la prohibición de la publicidad de los combustibles fósiles.

«Creo que este es el momento en que podemos trazar una línea en la arena y decir ‘aquí no’ y ‘no más’ porque sabemos que los habitantes quieren actuar contra el cambio climático, que nos alejemos de los combustibles fósiles y de una economía dependiente de ello. Tenemos que deshacernos del encubrimiento y de la autopromoción que hace el sector», aseguró.

La medida se produce tras una carta abierta de más de 200 profesionales y organizaciones de la salud pidiendo la prohibición de los anuncios fósiles por los efectos devastadores para la salud y el clima de la quema de carbón, petróleo y el gas.

Iniciada por Comms Declare, una coalición para la acción climática positiva del sector de la comunicación de la comunicación, la creatividad y la publicidad, la campaña de Prohibición de los Anuncios Fósiles pretende conseguir esta prohibición  al estilo del tabaco a nivel local, estatal y federal.

En abril, Yarra se convirtió en el primer ayuntamiento de Australia en restringir la promoción de los combustibles fósiles en sus instalaciones,
seguido de Moreland en julio.

La fundadora de Comms Declare, Belinda Noble, declaró: «Enhorabuena a los habitantes de Sídney, sus calles y eventos pronto estarán libres de la insidiosa promoción de los combustibles fósiles tóxicos. Mientras hacemos la transición a una energía más limpia, es imperativo que no se permita a las industrias heredadas maquillar de verde sus negocios o retrasar los esfuerzos de reducción de emisiones».

«Estoy deseando trabajar con la ciudad de Sídney para ayudar a aplicar estas restricciones y espero que que otras ciudades y ayuntamientos australianos den la misma prioridad a la salud y el bienestar de sus comunidades evitando el fomento de la contaminación».

Los estudios han revelado que la contaminación atmosférica derivada de la quema de combustibles fósiles se cobra entre 2.616 y 5.700 vidas en Australia cada año, más que los accidentes de tráfico. En todo el mundo, la contaminación atmosférica derivada de la quema de combustibles fósiles se cobra más vidas que el tabaquismo.

La contaminación atmosférica de Sídney supera regularmente los niveles recomendados y los habitantes de la ciudad se enfrentan a numerosas
amenazas del calentamiento global, como olas de calor más intensas, sequías, menos agua potable y el aumento del nivel del mar.