Chevrolet fabrica su modelo Blazer EV en el país azteca desde octubre del año pasado, pero este 2024 pisó el acelerador con 14.746 unidades producidas.

Es así que pasó a su rival Ford, que se encuentra fabricando el Mustang Mach-E desde 2020. En lo que va del año logró una producción de 10.955 vehículos. 

Mientras que el segmento de Chevrolet tiene un valor de alrededor de 767.000 pesos, el de Ford se alza a 1.149.000 pesos. 

¿Es todo una cuestión de números?

Lo cierto es que el motor chino inquieta a la industria automotriz y también a Estados Unidos, país con el que tiene acuerdos comerciales. 

México es el segundo mercado receptor de coches chinos y BYD, JAC, Geely y Chery irrumpieron con vehículos electrificados a precios competitivos.

Cabe mencionar que BYD lanzó su modelo Dolphin Mini en México, al que determinó como el vehículo eléctrico más barato del mercado nacional, con un costo de 358.800 pesos para el modelo de entrada. 

En esta competencia, JAC no se quedó afuera y apretó el acelerador. Por eso, le colocó un descuento al valor de su E10X, quedando en 357.000 pesos.

“Que la mayoría de los mexicanos no puedan comprar un vehículo eléctrico nacional por el nivel de ingreso hace que haya un mercado muy importante para la importación de China o Estados Unidos”, afirmaba recientemente Isabel Studer Noguez, presidenta de Sostenibilidad Global a Mobility Portal Latinoamérica. 

En consecuencia, los modelos producidos en suelo mexicano quedan atrás en ventas. Y, además, este mano a mano entre Chevrolet y Ford, pronto dejará de serlo. 

Automotrices Chinas planean instalar fábricas en México

La presencia de China en el mercado eMobility europeo es notoria. De hecho, en febrero de este año, uno de cada cinco coches eléctricos matriculados en Europa fue fabricado en territorio oriental. 

Como resultado, las automotrices tienen entre manos la instalación de plantas a lo largo y ancho del «viejo continente».

El panorama se replica en Latinoamérica, donde los chinos ven una oportunidad para dar el salto y establecer producción propia. 

En este contexto, el mercado mexicano puede resultar muy atractivo y ofrecer una oportunidad para producir vehículos pequeños de bajo costo tanto para el país como para el resto de América Latina.

Otro factor importante a tener en cuenta es su posición geográfica y los tratados de libre comercio, de manera que podría ser la puerta de entrada a terreno estadounidense.

Alrededor de 20 fabricantes chinos venden automóviles en México, pero ninguno tiene todavía una planta en el país.

Aunque eso está por cambiar ya que marcas como BYD, Grupo Chery y Great Wall Motors se encuentran en suelo mexicano definiendo ubicaciones para la instalación de sus fábricas.  

Al mismo tiempo, JAC ampliará su planta de producción de Hidalgo con el propósito de operar siete líneas de ensamble y, así, adelantarse a la demanda con la presencia de coches y camiones eléctricos. 

Tesla y su Gigafactoría

Pero el despliegue no es solo de China, la firma de Elon Musk invertirá cinco mil millones de dólares en una planta de vehículos eléctricos en Nuevo León. Se trata de una producción que alcanzará el millón de unidades al año. 

Un hito significativo para México: el país confecciona 2,4 millones de unidades por año siendo, según las autoridades, el cuarto productor en el mundo. El nuevo volumen sumaría más de un 40% en tecnología cero emisiones.

¿Nuevos players y producción en terreno local generarán más ventas?

Si México proyecta convertirse en líder latinoamericano en electromovilidad durante los próximos años, necesita una mayor penetración de vehículos 100% eléctricos. 

Los números no van mal. Se observa que en febrero se vendieron 7248 coches con tecnologías que buscan descarbonizar el parque vehicular.

Esta cifra constituye un 6.4% del total de ventas de vehículos ligeros en México.

Ahora bien, ¿qué lugar ocupan los electrificados?

De ese porcentaje, la participación de los cero emisiones es de 1.24% con 1405 unidades. Mientras que los híbridos se llevan la mayor parte de las ventas con el 4.75%, es decir 5379 coches comercializados.

Por su parte, los híbridos enchufables son la minoría, en ventas totales representan el 0.41%, unos 464 vehículos. 

En este sentido, Guillermo Rosales Zárate, el presidente ejecutivo en la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), pone los puntos sobre las íes. 

“Sigue siendo marginal la participación de los vehículos 100% eléctricos en el mercado mexicano rondando apenas el 1%”, manifiesta el ejecutivo. 

Aquí deja las cosas claras. Pues para Rosales Zárate, no hay en suelo mexicano una política pública que logre estimular el consumo de los electrificados. 

De modo que desliza un pedido del sector: que a partir del 1 de octubre, con una nueva administración federal, se establezcan políticas “más cercanas” para promover no solo los coches eléctricos, sino también, la implantación de infraestructura de recarga e impulsar una renovación del transporte público.