Dos grandes fabricantes de baterías para vehículos eléctricos de Corea del Sur dieron a conocer que han resuelto una prolongada disputa comercial que permitirá a una empresa seguir adelante con sus planes de fabricar baterías en Georgia.
El presidente Joe Biden sostuvo que se trata de “una victoria para los trabajadores e industria automotriz estadounidenses”.
El acuerdo entre LG Energy Solution y SK Innovation puso fin a la necesidad de que Biden interviniera en un caso con amplias repercusiones en la agenda de energía limpia del mandatario estadounidense, que incluye un fuerte aumento en el número de vehículos eléctricos.
Las compañías mencionaron en un comunicado conjunto que SK proporcionará a LG Energy un total de 1.800 millones de dólares y una regalía no revelada. Acordaron retirar todas las disputas comerciales pendientes en Estados Unidos y Corea del Sur y no hacer valer nuevos reclamos durante 10 años.
“Hemos decidido conformarnos y competir de manera amistosa, todo por el futuro de las industrias de baterías de vehículos eléctricos de Estados Unidos y Corea del Sur”, anunciaron Jun Kim y Jong Hyun Kim, directores generales de SK y LG Energy, respectivamente.
La Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos determinó en febrero que SK robó 22 secretos comerciales de LG Energy y que se debería prohibir a SK importar, fabricar o vender baterías en Estados Unidos durante 10 años.
La decisión podría haber dejado a Ford y Volkswagen batallando para conseguir baterías para sus vehículos eléctricos.
La comisión indicó que SK podrá suministrar baterías a Ford durante cuatro años y a Volkswagen durante dos años. La decisión puso en peligro una fábrica de baterías de 2.600 millones de dólares que SK está construyendo en Commerce, Georgia.