La Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER), junto a representantes del sector energético y eléctrico, se encuentran trabajando en una propuesta legislativa integral destinada a guiar la transición energética del país hacia una matriz más limpia y sustentable. 

La iniciativa contempla a la electromovilidad como un tema de relevancia para ser puesta en la agenda nacional y atraer inversores.

Los puntos a discutir abarcan cuestiones como la infraestructura de redes eléctricas, la capacidad del sistema para soportar una flota significativa de vehículos eléctricos, el contenido de carbono de la energía utilizada para cargarlos, así como aspectos relacionados con la seguridad de los mismos.

“El proyecto de ley permite poner de manifiesto todos los temas que hacen a la sinergia con renovables convergiendo a la transición energética”, adelanta Claudio Damiano, consultor e investigador en la Universidad Nacional de San Martín, a Mobility Portal Latinoamérica.

La redacción se encuentra en pleno desarrollo y se invita a todos los interesados a participar activamente de este proceso colaborativo. 

Sobre la propuesta legislativa de transición energética y los pasos a seguir de CADER

En medio de las discusiones sobre el futuro energético de Argentina y la necesidad de inversiones para la descarbonización, descentralización, digitalización, diversificación y democratización del sector, Marcelo Álvarez, miembro de la Comisión Directiva y Coordinador del Comité de Energía Solar FV de CADER, destaca la importancia de un marco regulatorio adecuado.

“Queremos tener una hoja de ruta que se vaya cumpliendo, independiente del color del Ejecutivo de turno. Es necesario un consenso entre el sector privado, partidos políticos y academias”, resalta sobre la necesidad de una normativa que estimule la inversión, brindando certidumbre y seguridad.

Bajo el título «Propuesta legislativa integral para la Transición Energética en Argentina y su aprovechamiento como oportunidad de desarrollo», el documento busca abordar los desafíos actuales del sector energético, al tiempo que establece una visión a largo plazo para alcanzar un desarrollo neutral en carbono hacia el 2050.

“El objetivo es establecer metas cuantificables y tener una idea de cómo catalizar la transición”, indica sobre el documento de siete capítulos que planean presentar en marzo a las autoridades ejecutivas y legislativas. 

Para garantizar un enfoque integral y multidimensional, se conformaron diversas mesas de trabajo, cada una centrada en aspectos específicos de la transición energética: movilidad sostenible, uso racional de la energía, hidrógeno, energía renovable, oil y gas, financiamiento, infraestructura de transporte y distribución, y por último, la mesa integradora.

Álvarez explica que, dentro de CADER, se está trabajando internamente para definir los términos de referencia del proyecto de ley, identificando los aspectos clave que deberían abordar. 

Sin embargo, aclara que no se trata de establecer un modelo específico de cuotas, incentivos o promoción fiscal, sino más bien de crear un marco general que pueda ser discutido y enriquecido por todas las partes interesadas.

“La idea es que esté representado todo el sector. Queremos trabajar con el resto de la comunidad energética y eléctrica sobre cuál sería la senda posible. Eso genera más posibilidades de apoyo político”, asegura.

Se invitaron a participar a entidades como ADEERA, AAVEA, AGEERA, CAMMESA, ATEERA, así como también a instituciones del campo y a la Unión Industrial Argentina (UIA).

Leer más: AAVEA toca la puerta del nuevo Gobierno para retomar Ley de Electromovilidad

En este sentido, también señala que se busca trabajar con legisladores de todas las fuerzas políticas para garantizar que el proyecto sea abordado como una propuesta común que pueda contar con un amplio apoyo parlamentario.

¿Qué contemplan para el apartado de movilidad eléctrica?

Claudio Damiano, Experto en Regulación y Movilidad Sostenible, brinda detalles sobre la mesa de electromovilidad,

“Es importante pensar en la sinergia que hay entre la electromovilidad y otras tecnologías”, subraya Damiano sobre la manera de abordar la temática, encontrando puntos de conexión entre las áreas, como pueden ser las energías renovables y la infraestructura de redes inteligentes.

La intención es que, al integrar estos aspectos, se sienten las bases para un enfoque más amplio de la transición energética, con párrafos que reflejen la interdependencia y complementariedad entre las diferentes tecnologías.

La importancia de un proyecto general y el tratamiento específico de cada tecnología radica en la creencia de que en un futuro cercano existirán oportunidades significativas de financiamiento. 

“El financiamiento es la principal barrera que aparece cuando hablamos de estas tecnologías, por eso una ley que oriente al Poder Ejecutivo podría ser algo muy interesante para poder lograr la confianza de la gente que va a trabajar el tema financiero”, agrega.

Al respecto, Damiano recalca que “es fundamental comprender que todas estas tecnologías son capital intensivas”.

Esto significa que requieren una inversión inicial sustancial pero, una vez implementadas, ofrecen beneficios a largo plazo con costos operativos reducidos o incluso nulos. 

“Algo parecido sucede con un vehículo eléctrico, que tiene un costo de funcionamiento por kilómetro mucho más bajo que el que tiene un vehículo de combustión interna, y por eso hay que pagarlo un poco más caro y disfrutar de los beneficios después”, ejemplifica.

Este modelo de inversión, donde se paga “upfront” y se disfruta de los beneficios posteriormente, es común en sectores financiados por instituciones del ámbito financiero. 

Por lo tanto, la implementación de un marco legislativo que brinde confianza y estabilidad a largo plazo podría ser fundamental para atraer inversiones y reducir los riesgos asociados con estas tecnologías.

“Esta Ley de Transición Energética generaría un marco de confianza de largo plazo que podría bajar los costos de lo que es el riesgo país en Argentina”, detalla.

Convocatoria abierta para integrar las mesas

La convocatoria estará abierta hasta marzo, ya que para esa fecha se espera contar con un esbozo finalizado, así como la identificación de las empresas dispuestas a respaldar este proyecto. 

En este momento están trabajando en un primer borrador, que luego será revisado por un equipo de profesionales legales para darle forma definitiva.

Para participar se habilitó un espacio en línea a través de un Drive compartido. Todos los interesados que expresen su voluntad de colaborar recibirán una invitación para acceder a dos documentos clave. 

Uno de ellos es una página en blanco donde pueden compartir sus reflexiones y aportes de manera libre, incluyendo su nombre y empresa. 

El otro contiene una propuesta de formato para el proyecto de ley, con títulos y subtítulos que ayudarán a organizar las ideas y contribuciones de los participantes.