Recyclia y otros 17 socios de países de la Unión Europea ha iniciado su participación en el proyecto europeo Batraw, financiado con más de 10 euros del programa Horizon Europe de la Comisión Europea, para crear un nuevo proceso para recuperar materias primas críticas de los vehículos eléctricos.
El objetivo de la iniciativa es contribuir a reducir la importación de estos materiales y garantizar una cadena de suministro estable de cara al previsible crecimiento del mercado de la movilidad eléctrica.
En concreto, se desarrollarán dos pruebas piloto para recuperar el cobalto, níquel, manganeso, litio, grafito, aluminio y cobre que contienen estas baterías.
Así, Recyclia forma parte del consorcio de 18 socios de siete países que durante cuatro años desarrollará el proyecto Batraw, en línea con el reglamento de la Unión Europea sobre baterías y residuos de baterías y que en este momento está en fase de debate.
Dicho reglamente exigirá que todas las baterías comercializadas en la UE, incluidas las de vehículos eléctricos e híbridos, sean gestionadas de forma sostenible al final de su vida útil y sirvan como fuente de materias primas secundarias para sectores como el de la automoción, las energías renovables y las tecnologías bajas en carbono.
En total se realizarán dos pruebas piloto con baterías de vehículo eléctrico, pero ampliables, en función de los resultados, a las de otro tipo, entre ellas, las domésticas, para recuperar todos los metales contenidos en ellas (cobalto, níquel, manganeso, litio, grafito, aluminio y cobre).
La información recopilada durante el proyecto se pondrá a disposición de todas las partes interesadas a través de un pasaporte digital de batería, almacenado en el blockchain del socio Minespider.
El primer piloto tendrá lugar en Pamplona y será organizado por BeePlanet, que aplicará procesos semiautomáticos a la manipulación de estas baterías para separar hasta el 95 por ciento de sus componentes, incluidos las celdas y los módulos aptos para reutilización.
Por su parte, la empresa francesa Orano se encargará de implementar el segundo piloto en sus instalaciones en Bessines sur Gartempe (Francia).
Esta pondrá en práctica un pretratamiento mecánico y una tecnología hidrometalúrgica para mejorar la separación de los materiales contenidos en la denominada masa negra (sustancia compuesta por metales no ferrosos resultante de la trituración de las baterías), y separar entre el 90 y el 98% del grafito, aluminio y cobre.
Al mismo tiempo, el proyecto que comenzó el 1 de mayo contempla que la primera fase esté enfocada al desarrollo de directrices de ecodiseño para que favorezcan la reparación y el desmantelamiento de las baterías, así como mejores prácticas para la manipulación y el transporte seguros de estos residuos.
A continuación, está prevista la creación de una batería prototipo a partir de las materias primas recuperadas y de un pasaporte digital para capturar y comunicar información clave a lo largo del ciclo de vida de esta, incluido el abastecimiento, el procesamiento, la reutilización y el reciclado de componentes.
Por último, los 18 socios analizarán la viabilidad de un plan empresarial para explotar en la UE estos nuevos procesos de desmontaje y reciclado de baterías y elaborarán recomendaciones de políticas basadas en los resultados para enriquecer los desarrollos regulatorios en curso.
El equipo de coordinación de Batraw ha destacado en un comunicado remitido a Europa Press que están entusiasmados ante este proyecto «tan importante para abordar un desafío social». «La UE tiene una gran oportunidad para convertirse en líder mundial en el desmontaje y reciclaje de baterías», ha subrayado.
El consorcio está liderado por Acondicionamiento Tarrasense Asociación (Leitat) (España) e incluye, además, a BeePlanet Factory (España); Centre for European Policy Studies (Bélgica); Centro de Experimentación y Seguridad Vial MAPFRE (España); Comanai (España); Commissariat a l energie atomique et aux energies alternatives (Francia); Fraunhofer Gesellschaft zur Förderung der angewandten Forschung e.V. (Alemania); Ford Otomotiv Sanayi (Turquía); Indumetal Recycling (España); Isle Utilities (Holanda); Minespider (Alemania), MTB Manufacturing (Francia), Orano (Francia); POSCO Holdings (Corea del Sur); Recyclia (España); Renault (Francia); Technische Universitaet Braunschweig (Alemania) y Torrecid (España).
En total, el proyecto cuenta con un presupuesto de 13,21 millones de euros de los que 10,23 están financiados por la Comisión Europea en el Programa Marco Horizonte Europa, el principal programa de financiación de la UE en materia de investigación e innovación para el periodo 2021-2027.