Desde principios de año, Europa atraviesa una crisis energética por el aumento de los carburantes que hizo que se disparara el coste de la energía. Esto afectó en consecuencia a la movilidad eléctrica por la crecida de los precios para cargar un coche eléctrico.
Jordi Casas, miembro de City Club and Living Labs Officer de EIT Urban Mobility marca que una carga bidireccional o el coche eléctrico podría ejercer una función de balanceador o como baterías.
Sería utilizados en momentos en que la red eléctrica necesite abastecerse, cuando esta no puede hacerlo por la crisis.
“La conectividad del vehículo con la ciudad es clave para que realmente pueda ejercer esta función de balanceador de la carga y del sistema eléctrico”, explica Casas.
Pero explica que para llegar a ello hay mucho camino por recorrer, ya que el nivel de madurez de cada país es diferente y, hasta el momento, no fue posible conciliar para alcanzar una normativa transnacional o europea.
“La movilidad eléctrica es un vector que ayuda a que las ciudades puedan seguir sus retos más importantes: la neutralidad en carbono y las cero emisiones. Debe hacerse desde un enfoque muy holístico y entender que no se desplegará por sí sola, se hará con otros factores”, comenta.
Por lo tanto, debe ir acompañada de otras estrategias, como la de adoptar fuentes de energía limpias y no caer en dependencia de energía fósil.
Casas argumenta que esta crisis energética es un cambio disruptivo en la forma que la gente eligió moverse. La estrategia para una movilidad eléctrica debe ir bajo una visión integrada y ver más allá de solo el desplazamiento de las personas.
“Todavía somos muy dependientes de las energías fósiles para la generación de energía, e impacta en las posibilidades de expansión de la red de carga de los vehículos eléctricos”, explica el integrante de EIT Urban Mobility.
Cómo trabaja EIT Urban Mobility
EIT Urban Mobility es una iniciativa del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT). Desde enero de 2019 trabaja para fomentar cambios positivos en la forma en que las personas se mueven por las ciudades con el fin de convertirlas en lugares más habitables.
El objetivo es convertirse en la mayor iniciativa europea de transformación de la movilidad urbana.
Utilizando ciudades como laboratorios vivientes, y socios de la industria y la universidad buscan demostrar cómo las nuevas tecnologías pueden funcionar para resolver problemas reales en ciudades reales, transportando personas, mercancías y residuos de forma más inteligente.