Guatemala | Vehículos Eléctricos
miércoles 08 de julio de 2020
Investigaciones miden la contribución de la movilidad sostenible sobre la contaminación del aire en Guatemala
Alejandro Biguria, Director de Syntropy, junto a Alex Guerra, Director General del Instituto privado de investigación sobre Cambio Climático (ICC) presentaron sus estudios sobre la influencia del transporte en la calidad del aire. Fue en el marco del webinar “Movilidad eléctrica: Ruta hacia la mejora en la calidad del aire” organizado por la Asociación de Movilidad Eléctrica de Guatemala- AMEGUA-.
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Su presidente, que oficiaba de coordinador, Juan Carlos Botrán, refirió que la influencia del entorno vial en el medioambiente está en boca de los políticos, medios y ciudadanía en general en los últimos 30 años. No obstante, ha crecido el número de vehículos a combustión más rápido de lo que se ha mostrado la eficiencia de estas nuevas tecnologías.

“Todos queremos desarrollo económico, pero la economía depende mucho del transporte y ahí es donde debemos ser más inteligente y tomar medidas para que no incremente el problema”, señaló.

Meta 2050: Análisis y proyecciones

Alex Guerra, Director General del Instituto privado de investigación sobre Cambio Climático (ICC), realizó un análisis de las emisiones de los gases de efecto invernadero y expuso las proyecciones de cara al 2050.

Desde el organismo formularon una estrategia de desarrollo con bajas emisiones en conjunto con entidades gubernamentales, sector privado, sociedad civil y la academia. Incluyó el análisis de datos, tendencias a futuro, opciones de reducción, y observación micro y macroeconómico de estas.

Los datos presentados informan que las emisiones de gases de efectos invernadero aumentaron desde los años ’70. Los números fueron de 27 Gt en CO2 a 49 Gt.

De estos 49 mil millones de toneladas de CO2, el 14% se asignan al transporte donde está incluido en todos sus componentes (marítimo, terrestre y aéreo) y en muchos países es la principal fuente de emisiones.

El Director General del ICC precisó que se hicieron proyecciones sobre la incrementación de la emisión de gases de efecto invernadero hasta 2050 y que el transporte y la deforestación son los principales causantes en Guatemala.

De la mesa conjunta surgieron 250 opciones de mitigación de gases de efecto invernadero de las cuales se trabajaron puntualmente en 43 que a su vez influían en los beneficios sociales y económicos. “En general, a nivel mundial, se teme que bajar las emisiones salga caro, que no se crezca económicamente”, dijo Guerra.

Los 6 sectores estudiados fueron energía, transporte, industria, agricultura, bosques y desechos. De las 43 opciones, 8 se identificaron en el sector transporte. Se priorizaron 14 acciones que, si se cumplen, ayudarían a reducir casi el 41% de emisiones nacionales anuales.

Se establecieron diferentes metas a mediano y largo plazo: Para 2028, el 15% del parque vehicular debe ser eléctrico; al 2030 la instalación de puntos de carga que representen el 18%; y al 2050, que el 30% sean vehículos eléctricos.

“A pesar de los números, los beneficios más importantes se dan en torno a la salud, sobre todo en los centros urbanos. Necesitamos que ciertas medidas se tomen de inmediato, como la declaración de la normativa de regulación de las emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte público e individual y promover la implementación voluntaria de acciones de eficiencia energética en el transporte”, aseguró Alex Guerra.

Asimismo, explicó que la idea es tener una estrategia nacional y que sirva como base para cumplir los internacionales. “Guatemala es un país que está creciendo económicamente y debemos controlar que las emisiones no suban en paralelo. A partir de eso, las decisiones deben ser planificadas teniendo en cuenta los aspectos micro y macro económicos”, continuó.

Mediciones del aire

Por su parte, Alejandro Biguria, Director de Syntropy, detalló su iniciativa para recabar datos sobre el comportamiento urbano con enfoque medioambiental con el objetivo de modificarlos.

El proyecto de MIT Senseable City Lab recibe datos sobre la calidad ambiental y se buscó la colaboración de Waze para simular el comportamiento de movilidad en las zonas urbanas. Son datos anónimos que representan las arterias a nivel mundial para empezar a entender las correlaciones entre calidad ambiental y focos de movilidad.

A principios de este año, la empresa comenzó a trabajar con Carneggie Mellon University del Master of Computational Data Science. Tienen 20 estaciones de mediciones de diferentes indicadores de calidad ambiental entre ellos partículas suspendidas de 2.5 y 10 micrones que ayudan a hacer analíticas y simulaciones.

Con estos dispositivos se mide temperatura, decibeles, óxido de nitrógeno, monóxido, dióxido de carbono y ozono, en algunos. Los rangos son entre 15 y 45 segundos las 24 hs los 7 días de la semana.

La ciudad de Guatemala está considerada la tercera más contaminada de Latinoamérica. “Una cosa es tener información y otra es lograr comunicársela a quienes toman las decisiones y a los vecinos que deben entender que sus propiedades valen más por la calidad ambiental”, sostuvo Biguria.

También precisó que entre 6 y 10 AM es el horario crítico en la calidad del aire y que los ciclistas salen más en ese rango por lo que se generó un sistema de alerta a raíz de las estaciones mencionadas. Rabbit es un sensor para las bicicletas basado en IoT que hace barrido de datas, los sube a la nube automáticamente e indica al usuario qué tipo de aire está respirando.

A propósito del contexto mundial, en su exposición, el director de Syntropy mencionó el estudio de Harvard que se emitió el 24 de abril y encontró una correlación entre la mortalidad por el COVID-19 y la exposición prolongada a aire de mala calidad. “Poder proteger la ciudad y tener políticas públicas que mejoren la calidad ambiental es una inversión en salud a mediano y largo plazo”, destacó.

El 42% de la población de guatemalteca se mueve en transporte público, en promedio son 1 millón de personas al día. Por la pandemia, se redujo un 30% la capacidad de distribución por lo que 300 mil personas quedan sin alternativa de movilidad.

En este sentido continuó: “El transporte público está a un 60%, es ineficiente y no es rentable económicamente. Es posible que sea la única vez que veamos los carriles vacíos y es una oportunidad, todas las ciudades del mundo están empezando a implementar ciclovías para ayudar a las personas que no han encontrado otra manera de trasladarse del lugar de trabajo a su hogar”.

“Las enfermedades respiratorias son la principal causa de muerte en Guatemala. Tener data es crucial porque así se puede comenzar a dirigir las tomas de decisiones. Tenemos que aprovechar en la etapa post COVID-19 para cambiar los hábitos”, remarcó.

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