El reporte “La transición hacia vehículos eléctricos y una movilidad urbana sostenible en México al 2030” pone el acento, entre otras cuestiones, en el desarrollo de políticas industriales proactivas y en la infraestructura de carga pública. 

La nación tiene un gran potencial para producir vehículos eléctricos y hay que fortalecer toda la red de carga. Pero no existe un plan concreto de electromovilidad puertas adentro. 

Es necesario romper el círculo vicioso de que “no hay infraestructura de carga porque no hay demanda de VEs y no hay VEs debido a la falta de infraestructura”.

En este sentido, el documento elaborado por la Dra. María Isabel Studer Noguez, presidenta de Sostenibilidad Global, plantea como una de las recomendaciones prioritarias generar incentivos para crear una red amplia y accesible de estaciones.

“Se necesita invertir más en la infraestructura de carga pública”, plantea la especialista en diálogo con Mobility Portal Latinoamérica. 

Jugadores de la talla de Tesla o Evergo avanzan a pasos agigantados con la instalación de cargadores domésticos. Pero si se piensa en la masificación del vehículo eléctrico, tendría que haber más puntos de carga en ciudades y carreteras. 

“México es uno de los países en los que la infraestructura de carga está aumentando casi al mismo ritmo que los vehículos eléctricos. No está demasiado rezagado, pero el problema se va a presentar si hay un aumento exponencial de vehículos”, sostiene. 

La infraestructura de carga es un componente crítico en la adopción de vehículos eléctricos y representa uno de los costos de capital iniciales que demanda intervención pública. 

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Mapeo de cargadores eléctricos en México 

Hasta 2021, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) registraba 2.544 cargadores, tanto públicos como privados. El número de la Electro Movilidad Asociación (EMA) es de más de 32.000 cargadores. 

Cerca de la mitad se ubica en Ciudad de México, Jalisco, Nuevo León y el Estado de México, con una proporción de vehículos a estaciones de carga públicas de 9,32, comparado con un promedio de 10 a nivel mundial. 

No es casualidad puesto que estos estados rankean primeros en la venta de vehículos eléctricos, y Nuevo León se consolida como el epicentro latinoamericano de producción. 

Cabe recordar que entre enero y diciembre del año pasado se comercializaron en el país un total 73.680 unidades entre vehículos eléctricos e híbridos, lo que representa un 44,3% más que lo registrado en 2022. Un parque automotor que crece y que necesita respaldo a nivel de infraestructura de carga. 

“La renovación del transporte público también es una área de oportunidad enorme y nos podría llevar a pensar en la infraestructura de carga de manera más sistemática”, entiende. 

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Nuevos parámetros para la infraestructura de carga

México admite la instalación de un medidor separado para los cargadores de vehículos eléctricos, lo que evita que el consumo doméstico se vea afectado y permite el acceso a tarifas comerciales.

“En México ya existen esas regulaciones, entonces no es una restricción para que el consumidor compre un vehículo eléctrico”, subraya. 

Para Studer Noguez debe ofrecerse una tarifa específica o preferencial para vehículos eléctricos que incentive la carga en horarios de baja demanda para equilibrar la red, reducir los costos para el usuario y evitar la sobrecarga en horas pico. 

En relación a la solicitud del servicio de suministro eléctrico y de la conexión de infraestructura de carga, se detallan dos opciones según la tensión eléctrica.

Los usuarios finales que deseen instalar infraestructura de carga en un mismo inmueble, o en un condominio y que ya reciban el servicio de Suministro Básico en Baja Tensión o Media Tensión, deberán solicitar un nuevo contrato de servicio de suministro eléctrico de forma independiente. 

Por otro lado, los que deseen conectar infraestructura a una tensión eléctrica mayor o igual a 69 kV, deben presentar su solicitud de conexión ante el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE).

Mientras que si la tensión es menor de 69 kV, las solicitudes de conexión serán atendidas por el distribuidor. 

A su vez, los cargadores eléctricos que se instalen en electrolineras deben tener al menos el modo de carga rápida o ultra rápida que permita a los usuarios realizar la carga de sus vehículos en tiempos cortos.