El 29 de marzo los presidentes Alberto Fernández y Joe Biden se reunieron en el Salón Oval de la Casa Blanca, en Washington, para discutir sobre distintos asuntos que competen a ambas naciones y que determinan su prosperidad. Entre ellos, el tema del litio no pasó desapercibido.
“Entre Chile, Argentina y Bolivia contamos con el 66% del litio del mundo, por lo cual tenemos un potencial inmenso. Lo hablé el otro día con Biden, porque ellos son los principales importadores de este mineral argentino. Le planteé que quería que se instalen a hacer baterías para que podamos exportarlas”, declara Fernández al locutor Tomás Rebord.
Y agrega: “YPF, a través de Y-TEC, montó una planta piloto para producirlas en el país. Esto cambiaría totalmente la ecuación económica porque con el litio convertido en carbonato y puesto en baterías, el valor se multiplica infinitamente”.
Cabe recordar que el mandatario argentino le realizó un planteo similar a China, principal productor de baterías de litio del mundo.
En su momento, comentó: “China ve como desafío para su desarrollo apostar a la energía y es donde más invierte. Nosotros tenemos capacidad para producirla, por lo cual asociamos nuestros recursos al capital asiático”.
Y añadió: “Pero quisiera que esa inversión no sea meramente extractivista, sino que de algún modo se le agregue valor. Por eso, cada vez que hablo con los inversores, insisto en que si vamos a explotar litio, lo convirtamos en baterías y las exportemos”.
Lo cierto es que la gestión de Fernández tiene el foco puesto en el aprovechamiento de este mineral ya que lo consideran como un recurso capaz de ofrecer prosperidad al país.
Incluso, el Plan para el Desarrollo Productivo, Industrial y Tecnológico (Plan Argentina Productiva 2030), presentado el 28 de marzo por la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo, propone desarrollar gradualmente la producción nacional de baterías de litio, apuntando a generar economías de escala.
El documento indica que “para avanzar en la cadena del litio y generar mayores capacidades en la producción nacional para la electromovilidad se requiere de una fuerte coordinación interjurisdiccional, interministerial y público-privada”.
Esta información figura en la cuarta misión del plan, denominada “Impulsar la movilidad del futuro con productos y tecnologías nacionales” en el “Proyecto 4: Políticas para la promoción de la electromovilidad en la Argentina”.
Por otro lado, el presidente hizo referencia al Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), obra que implica el tendido de 573 kilómetros de caños, permitiendo incrementar en 22 millones de metros cúbicos diarios la capacidad de transportar gas desde Vaca Muerta hacia el centro del país, según informan desde Télam.
“Entre junio y julio de este año tendremos terminado el gasoducto. Esto significará el ahorro de miles de millones de dólares que hoy pagamos en importación de gas y posibilitará acumular más reservas. (…) En el momento en que lo terminemos de construir y exportemos a Europa, cambiará totalmente la ecuación económica argentina”, sostiene Fernández.
Y añade: “Europa descubrió que ya no puede depender de un solo proveedor, del gas ruso (…). Necesita de otras fuentes y ahí es donde tenemos una gran posibilidad”.
Otro proyecto en mente tiene que ver con venderle a Brasil, ya que Bolivia -que actualmente alimenta a todo San Pablo- se encuentra en un “proceso de declinación de su producción de gas”.
Además, el Gobierno argentino firmó con Chile un acuerdo para garantizarle la exportación de este recurso de forma permanente.
“La Argentina vive un proceso de estrangulamiento de divisas (…). Ese problema, a partir de las exportaciones de gas que pueda ofrecer Vaca Muerta, está terminado”, reconoce el mandatario.
Finalmente, vale mencionar que el desarrollo de esta iniciativa le costó el puesto a Matías Kulfas, exministro de Desarrollo Productivo, quien dentro del Gobierno impulsaba el Proyecto de Ley de Promoción de la Movilidad Sustentable, una normativa que ya perdió estado parlamentario.