La paralización de las actividades de campo por parte de empleados del Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (IBAMA), iniciada el 3 de enero, ya está afectando al sector automotriz.

Actualmente, las empresas que enfrentan problemas son aquellas que buscan la documentación necesaria para importar vehículos, particularmente híbridos y eléctricos, que provienen de China.

Según cálculos de la agencia, hay alrededor de 18 mil automóviles estacionados en diferentes patios y puertos del mundo, esperando la documentación para ser enviados a Brasil.

La salida de estos vehículos de sus países de origen depende del consentimiento del instituto, que debe expedir una licencia de importación.

Esta licencia de importación demuestra que el Ibama tiene conocimiento del ingreso de estos productos al territorio nacional, certificando que los vehículos cumplen con las normas ambientales vigentes en Brasil.

Las empresas pueden incluso arriesgarse y enviar estos modelos, sin embargo, si son sujetos a inspección a su llegada al país, se corre el riesgo de recibir altas multas y no poder distribuirlos.

«Todos los vehículos comerciales o de pasajeros, además de las motocicletas y los vehículos pesados, deben respetar los límites de ruido y de emisiones de gases de escape. El control medioambiental corresponde a los fabricantes e importadores», afirma Cleberson Zavaski, presidente de la Asociación Nacional de Servidores del Medio Ambiente (Ascema).

«El área que realiza estos análisis decidió priorizar las actividades internas y regulatorias, y las autorizaciones de importación y la expedición de licencias para la comercialización de nuevos modelos de vehículos tuvieron un plazo ampliado para su emisión».

Zavaski explica que, en la práctica, el modo de funcionamiento actual impacta en la logística del sector de la automoción.

«Lo que se liberó en cinco días ahora se puede liberar en 30 días. Los 18 mil vehículos corresponden a los que, hasta ahora, se encuentran detenidos, sin autorización para ser importados. Este número tiende a aumentar a medida que pasa el tiempo», afirmó.

Según Guilherme Rosenthal, socio y cofundador de la fintech Vixtra, enfocada en importaciones, el Ibama tiene hasta 60 días para realizar sus trámites legales, lo que impide cualquier tipo de acción por parte de los importadores hasta que se cumpla ese plazo.

«El tiempo de liberación por parte del Ibama se duplicó, de 10 a 20 días, y es necesario considerar el plazo para el envío de barcos a Brasil, especialmente los provenientes de China», dice Rosenthal.

El experto afirma que el escenario actual no es peor por la caída de las importaciones de vehículos híbridos y eléctricos registrada en enero.

Además, sostiene que una de las causas de esta retracción es la devolución paulatina del impuesto de Importación que grava estos modelos, lo que lleva a anticipar los pedidos a finales de 2023.

En términos de valores, según Rosenthal, las importaciones de coches electrificados registraron una caída del 65% respecto a diciembre. Los datos fueron recopilados por Vixtra del Mdic (Ministerio de Fomento, Industria, Comercio y Servicios).

La china BYD, que importa los vehículos eléctricos más vendidos de Brasil, es una de las más preocupadas por la huelga, y esta cuestión no se limita a los vehículos.

«Para BYD, la suspensión de las cuestiones de licencia ambiental para proyectos de transmisión y generación de electricidad, así como para activos de exploración y producción de petróleo y gas, impacta directamente su negocio, que está en expansión en Brasil», dice Alexandre Baldy, asesor especial de BYD.

El ejecutivo se refiere a problemas que ya están ocurriendo en el sector energético, con retrasos en la emisión de licencias.

Baldy destaca que, en este momento, la automotriz depende de las importaciones, ya que su fábrica en Camaçari (BA) aún está en proceso de implementación.

La producción comenzará entre finales de este año y principios de 2025.

La próxima semana, el fabricante chino lanzará el compacto BYD Mini, que será el vehículo de pasajeros eléctrico de menor precio en Brasil. Los problemas con la emisión de documentos pueden retrasar la llegada de los lotes y crear colas de espera en los concesionarios.

Otra marca afectada es BMW Motorrad, que enfrenta problemas logísticos debido al cierre de Ibama. La empresa produce motocicletas en el Complejo Industrial de Manaos, además de importar varios modelos que llegan a la capital amazónica para su distribución.

«Hay retrasos, todo lo relacionado con la logística en Manaos es más complicado. Por ejemplo, tuvimos un problema con el scooter C 400x, que afectó las entregas», dice Tarcísio Moraes Alves, responsable del nuevo área de negocios del grupo de los concesionarios Osten.

El modelo debería llegar a las tiendas a principios de año.

En un comunicado, el Grupo BMW afirma que se ha enfrentado a un retraso superior a la media en la concesión de algunas licencias de importación.

«La empresa enfatiza que el tema es extremadamente relevante y, por lo tanto, ha abordado la lentitud de las actividades de campo por parte de los empleados ambientales federales con las asociaciones comerciales».

Para Abeifa (asociación de importadores de vehículos), la paralización aún no es motivo de preocupación, ya que las actividades continúan dentro del plazo legal de 60 días otorgado al Ibama.

«Ibama disminuyó la velocidad con la que aprobaban las licencias de importación, hay descontento entre los empleados, pero todo está conforme a la legislación, respetando los plazos legales», dice Marcos César, consultor técnico de Abeifa.

Sin embargo, hay otro problema en el horizonte: la emisión de la LCVM (Licencia de Uso de Vehículo o Configuración del Motor) también es necesaria para matricular un nuevo coche que se lanzará al mercado.

Este documento, emitido por Ibama, certifica que el producto cumple con la legislación vigente sobre emisiones de vehículos (contaminantes y ruido).

«Todos los coches lanzados deben tener licencia, hay un sello Ibama», explica Cleberson Zavaski, presidente de Ascema. En otras palabras, de continuar, el cierre de la agencia podría retrasar la producción de nuevos vehículos y maquinaria agrícola en Brasil.

En un comunicado, Anfavea afirma que está siguiendo el asunto con sus asociados, pero que aún no se pronunciará al respecto. La respuesta es la misma que la dada por Abraciclo, que representa a los fabricantes de motocicletas y bicicletas instalados en el Complejo Industrial de Manaos.

Los empleados del Ibama afirman que su carrera no ha sido valorada por el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (PT), incluso después de años de problemas durante la administración de Jair Bolsonaro (PL).

Entre las demandas se encuentran un nuevo plan de carrera, aumentos salariales y mejores condiciones laborales para el sector.