El pasado 29 de junio el Consejo de la Unión Europea marcó nuevamente el destino del sector de la automoción, fijando el 2030 como plazo intermedio y el 2035 como el final de los motores a combustión.
Frente a esto, Faconauto ha expresado su preocupación ante los nuevos objetivos, planteando al punto que debería acelerarse el mercado de los vehículos eléctricos para responder al ritmo deseado.
“Teniendo en cuenta que en 2050 ya no deberán circular vehículos a combustión, hemos hecho el cálculo de que para renovar por completo el parque automotor se deberían vender un millón de coches eléctricos al año”, explica el Director de Comunicación de la entidad, Raúl Morales García.
A lo que agrega: “Estamos muy lejos de esos de esas cifras, que son absolutamente inviables”.
Se ha acelerado en los últimos meses la penetración de estos segmentos dentro del mercado, pero no al ritmo deseado, según apunta el representante de la patronal en diálogo con Portal Movilidad España.
Las ventas de vehículos eléctricos han aumentado un 19,74% en el mes de junio, hasta situarse en 3.554 unidades matriculadas, y un 53,08% en lo que va de año, con un total de 16.741 unidades.
Teniendo en cuenta estos datos, Faconauto hace énfasis en que “hay que movilizar muchísimo más la comercialización”, y considerar la posibilidad de “repensar nuevamente” las fechas que se han fijado.
Uno de los puntos que se tiene en cuenta en el descargo está relacionado con los altos costes que presentan este tipo de automóviles, los cuales podrían dejar a muchos por fuera de la transición.
Pese a esto, la respuesta por parte de los Gobiernos es clara, por medio de la emisión de ayudas como el Plan Moves y el trabajo constante con las automotrices para reducir los precios y hacerlos más competitivos.
Mientras tanto, el despliegue de la infraestructura de recarga para la patronal continúa siendo un tema “urgente de trabajo”.
A lo que el representante de Faconauto apunta: “Del año pasado a este solo hemos conseguido 2.000 nuevos puntos de recarga de acceso público. Ahora estamos en unos 15.000 y hay un objetivo de 350.000 en el año 2030, pero a este ritmo no vamos a llegar”.
A la Administración a nivel nacional ha tomado cartas en el asunto reuniendo a todos los actores del sector en un grupo de trabajo para avanzar en la materia.
Recientemente, ya se ha realizado la primera convocatoria y se espera que el 21 de julio se concrete la segunda, donde ya se están alistando los ejes a revisar en aquel encuentro.
El grupo de trabajo, conformado por socios y expertos en la temática, han detallado tópicos como las solicitudes de concesión de licencias y permisos para puntos de recarga de vehículos eléctricos ampliadas a instalaciones de más 250 kW. Dicho informe, está atravesando un trabajo de actualización, el cual será presentado próximamente.
Por su parte, los representantes de las comunidades autónomas solicitaron en la reunión del 15 de junio la necesidad de disponer de recursos para gestionar las ayudas de los programas vinculados al sector de la movilidad, como el PERTE y MOVES, entre otros.
Pese a la expectativas que se han generado, el director de comunicación de la patronal celebra la iniciativa, pero asegura que “han llegado tarde con el anuncio”.
El papel de las tecnologías de transición
Asimismo, otro de los reclamos que se han presentado tienen que ver con las tecnologías de transición, como lo son los eco-combustibles y los vehículos híbridos.
Según la normativa aprobado en el Consejo de la Unión Europea, en 2026 se revisarán los avances tecnológicos que se realicen sobre ambas opciones, para definir si realmente logran ser de cero emisiones.
Mientras tanto, quedarán por fuera del plan de descarbonización, punto en el que la patronal se encuentra en desacuerdo.
“Hoy buscamos hablar de tecnologías y acciones ideales, cómo es en el caso de los híbridos, lo que nosotros vemos como una opción ideales han sido vetados”, apunta al respecto Raúl Morales.
Según su posición, estos segmentos permiten realizar trayectos de cero emisiones dentro de las ciudades, mientras que en los trayectos más largos pueden optar por la opción a combustión, la cual “presenta dificultades para los eléctricos hoy en día”.