La fiebre por los patinetes eléctricos que parece haber llegado a las ciudades para quedarse, revolucionó en parte el concepto de movilidad urbana y cambió la forma de ver los desplazamientos cortos.
El uso de Vehículos de Movilidad Personal (VPM) se extendió entre todo tipo de usuarios para sus desplazamientos rutinarios, aunque son sobre todo los más jóvenes los que los pusieron de moda, porque perciben este tipo de medio de transporte como práctico, sostenible y divertido.
Expertos como Enrique Lorca, presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas, abogan para que los usuarios de VMP reciban una formación intensiva y concreta, aunque se trate solo “de unas horas”, tal y como declaró en el marco de la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados con motivo del programa de trabajo sobre la Estrategia Española de Seguridad Vial 2021-2030.
Por su parte, el presidente de la Federación de Autoescuelas de Cataluña (FAC), Raúl Viladrich i Castellanas, comentó que “para afrontar la nueva movilidad que huye del individualismo del vehículo propio que hace unos años imperaba en la ciudad” hay que educar y formar a los nuevos conductores de esta nueva movilidad sostenible.
Lorca, además, planteó la necesidad de crear unos módulos específicos de formación vial orientados a la concienciación de los riesgos al volante y de la siniestralidad y detalló que estos modelos deberían ser obligatorios y presenciales durante su formación del carnet de conductor.
El Reglamento General de Vehículos define los VPM como «vehículo de una o más ruedas dotado de una única plaza y propulsado exclusivamente por motores eléctricos que pueden proporcionar al vehículo una velocidad máxima por diseño comprendida entre 6 y 25 km/h».
Hasta principios de este año, cuando entró en vigor la nueva normativa específica que ya considera a los VMP como vehículos a todos los efectos, había ciertos “vacíos o lagunas legales” en torno a su uso. Y en la actualidad, aún no se concretan aspectos como la edad mínima que se requiere para conducir este tipo de vehículo, o la obligatoriedad de llevar el casco.
No obstante, sí se especifica que los VPM se consideran vehículos a todos los efectos, y por tanto, sus conductores están obligados a cumplir las normas de circulación, como el resto de conductores.
En este sentido, remarca Motor Pasión, los patinetes eléctricos tienen prohibido circular por las aceras, vías interurbanas, travesías, autopistas, autovías o túneles urbanos y sus conductores pueden ser sometidos a controles de alcohol y drogas como el resto.
Tampoco pueden llevar auriculares puestos, ni hacer uso del móvil o cualquier otro dispositivo mientras van conduciendo. Además, deberán disponer del correspondiente certificado de circulación en forma de código QR que acredite que el vehículo cumple con los requisitos técnicos de aplicación conforme a la normativa técnica nacional e internacional.