Endesa X Way cuenta con la red de recarga de acceso público más extensa de toda España, con cerca de 4.000 puntos desplegados.
Además, tiene el atributo de ser una de las más potentes: el 45% de los cargadores están en corriente continua y superan 50 kW, frente a una media del parque de puntos de recarga instalados en España del 15/20%.
Pero, la realidad es que esta no es una tarea fácil.
“Tenemos que enfrentarnos a dos tipos de trabas: una para poder instalar y otra para que la compañía energética pueda liberar la energía necesaria para el punto”, plantea Antonio León, Head of Delivery B2B/B2 en Endesa X Way.
Según indica el ejecutivo la compañía tarda aproximadamente una semana en ejecutar las obras, luego la distribuidora una semana o dos en realizar su parte del trabajo en la instalación, pero el problema está en el plano burocrático.
¿Cuánto se tarda entonces en poner en funcionamiento estos puntos? «Siempre dependiendo el organismo afectado, si nos lo ponen fácil una semana o hasta un año solo para conseguir el servicio”, reconoce en este sentido León.
Un problema claro que hoy sigue vigente, pese a la existencia de la ley 29/21 del 21 de diciembre , son los pedidos de los Ayuntamientos de licencias de obra, cuando la normativa plantea que no son necesarios.
Es frente a ello que el ejecutivo apunta: “Cuando se lanzó este real decreto sentimos solucionado un 50 o 60 % del problema, pero todavía hay muchos lugares donde no se acata lo planteado, se basan en otras leyes y nos paran los proyectos”.
La necesidad para la empresa, y el sector es clara: se necesita mayor información y capacitación.
Con planes de difusión que permitan que todos los organismos estén al tanto de las normativas se podría acelerar una parte del proceso que no termina aquí sino que continúa con las empresas energéticas.
En este punto Antonio León admite que las mediciones que han llegado a realizar demuestran una media de hasta nueve meses en habilitar la alimentación para el punto de recarga en cuestión.
Pero pese a las dificultades que encuentran a la hora de ejecutar sus proyectos no delimitan sus ambiciones y demuestran una apuesta clara para poder seguir ampliando sus redes.
En 2012, la compañía inició el despliegue de carga ultrarrápida de entre 150 KW y 350 KW y hoy ya superan los 300 por todo el país.
Pero esto no es suficiente, ya que según Pedro Emilio Arteaga Romero, responsable de Desarrollo de Negocio y Ventas B2B de la empresa, adelantó que en este 2023 se busca ir por más.
“Queremos superar los 5.500 puntos de recarga y duplicar la carga ultrarrápida. Existe la complejidad de los permisos y el despliegue pero de alguna forma hay que dotar de calidad la red”, anunció el ejecutivo.
En su paso por la última Cumbre de la Infraestructura de Recarga del Vehículo Eléctrico en España, organizada por Grupo Portal Movilidad, el ejecutivo remarca la apuesta por las altas potencias.
Esto responde directamente a que la tendencia es que el peso de este tipo de cargadores crezca para acompañar a la automoción que viene con cada vez mayor capacidad de las baterías.
De esta manera, continúan corriendo detrás del objetivo de tener así una extensa red de puntos de carga ultrarrápida en ubicaciones que faciliten los desplazamientos y eliminen la ansiedad de la autonomía.
“Aquí la clave es escuchar al usuario de vehículo eléctrico, no podemos limitar ni tecnologías ni modalidades de uso de la movilidad eléctrica, porque solos nos estaríamos equivocando”, remarca Pedro Emilio Arteaga Romero.