Luis Navarro, director de ingeniería de EMT Valencia, participó del evento “Reunión Cumbre de la Movilidad Eléctrica en España” que brindó Portal Movilidad para intercambiar sobre el camino a seguir para avanzar hacia una movilidad sostenible.
En el panel, declaró que el gobierno de España es el principal obstáculo a la hora de tramitar la incorporación de buses eléctricos y suministros de recarga.
El proceso, que queda en manos de la administración, es lento en cuanto a papeleos, para cerrar solicitudes y a la hora de realizar trámites en el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA).
Hay una gran necesidad de inversión de capital en este sector, sin embargo los retrasos hacen que las compañías lo piensen dos veces antes de negociar. Pero para que el mercado avance, el gobierno debe aportar.
“Tendrán que facilitar todas estas labores que, al fin y al cabo, son cuestión de tiempo”, manifestó Navarro.
A su vez, el directivo reflexiona sobre lo que se le puede requerir al gobierno y, en primer lugar, ubica la necesidad de implicación directa en la actualización de la red eléctrica. Esto, pensando a nivel puntos de carga como en las estacios, públicas y privadas.
“Debe haber un primer requerimiento, una actualización e implicación en la red eléctrica y que garanticen la posibilidad de ampliaciones futuras”, aclaró al respecto.
A la lista sumó las ayudas en la renovación de la flota y la electrificación de las infraestructuras, que es algo en lo que se está trabajando pero se espera que continúen implementándose.
No obstante, se esperan mayores financiaciones, ya que tanto Navarro como Jaime Rodríguez, director de CONFEBUS, coinciden en que los subsidios actuales apenas llegan a cubrir la mitad de un vehículo.
El marco legislativo también juega un rol fundamental. “El gobierno parece que se implica con las asistencias europeas, pero debe ir un poco más acorde a las posibilidades que tiene a su alcance”, relató el de EMT Valencia.
Finalmente, Navarro pidió que el estado cumpla con estos requerimientos y que diseñe herramientas para afrontar retos a futuro, poniendo como ejemplo la estrategia de movilidad segura y sostenible conectada al 2030.
Por otro lado, también expresa que las instituciones financieras deben trabajar en distintas opciones de financiación y rediseñarlas, así como también probar mecanismos de reducción de riesgos.
Esto con el objetivo de alcanzar, en un plazo medio, la paridad en precio de los buses eléctricos y los convencionales en todas las configuraciones de recarga.