Que la implantación del coche eléctrico está siendo más una imposición que una realidad, lo sabemos todos. Es el objetivo al que llegar, pero los plazos que se buscan son, digamos, poco realistas. Una voz autorizada para ello se suma al discurso: el presidente de Seat da la alarma sobre el coche eléctrico en España.
Wayne Griffiths ha apuntado que “España no puede estar a la cola de Europa en electrificación”, situación que ocupa por el 7,8% que supusieron las matriculaciones de coches eléctricos o híbridos enchufables en 2021, porcentaje que queda por detrás de la media del 10% que se ha registrado en Europa.
El CEO de la firma lleva meses avisando sobre la situación. Según Business Insider en mayo comentó que “solamente estamos por encima de Grecia; nuestro mercado roza el 5% si incluimos los híbridos enchufables, mientras que en otros países está en torno al 80% como en Noruega o el 10% en la media europea”.
Consideraba que, para poder fabricar el medio millón de eléctricos en Martorell, como son los planes del grupo, habría que pasar del 5 al 10% de cuota de mercado, cifra a la que no se llegó ni en diciembre (9,67%) y de la que gran parte de las matriculaciones corresponden a los PHEV, no a los EV.
El otro gran caballo de batalla del sector se encuentra en los puntos de recarga y es que la infraestructura existente no es capaz, ni de lejos, de cubrir las necesidades del parque automovilístico eléctrico al que se quiere llegar.
Aunque no hay datos oficiales, desde Anfac contabilizan en 12.000 los puntos de recarga existentes en España, cifra que queda bastante lejos de los 28.000 que se estipulan necesarios para abastecer a los modelos electrificados.
Además, no se trata solo de cantidad, si no también de calidad, y es que cualquiera que tenga un eléctrico o híbrido enchufable en más de una ocasión habrá llegado a una estación de recarga solo para ver que estaba averiado o fuera de servicio.