¿Cómo resulta la distribución de productos a través de vehículos eléctricos?
DHL ha invertido en la conversión del 5% de la flota a eléctrica en un radio de 70 – 300 Km de autonomía. Antes del COVID-19 la expectativa era que para el 2023 el 30% de la flota de vehículos fuera eléctrica en Latinoamérica. DHL es ensamblador de vehículos eléctricos, y el proyecto tuvo que detenerse para redistribuir las prioridades.
De los 11.000 vehículos eléctricos ensamblados, se prevé que para 2020 habrá 20.000 vehículos ensamblados.
Existe una inversión confirmada de 50 millones de dólares para el país hasta el 2025 y dentro de esa inversión, infraestructura, expansión, puntos de ventas, se tiene contemplado la distribución de vehículos eléctricos.
¿Cómo se está innovando en el área de transporte?
Lo que está ocurriendo ahora es visibilidad. Es lo que están pidiendo las empresas del sector privado. Saber dónde está su producto, cuando va a llegar y qué tanto va a incrementar la satisfacción de su cliente.
En estos tres pilares es donde se debe desarrollar la innovación y se deben brindar soluciones de movilidad como servicio, por ejemplo la conectividad. Se debe motivar el uso de la innovación de las tecnologías para incrementar la experiencia del cliente.
¿Qué ventajas tiene para un privado contratar un servicio de logística que utilice cero emisiones?
Desde lo tecnológico y como solución eco ambiental, los consumidores finales se fijan en esos aspectos y es un claro objetivo llegarles a más consumidores. Las automotrices hoy en día no son conscientes de las ventajas de los vehículos eléctricos, pero es una voz que cada día va tomando mayor fuerza.
¿Qué sucede con el costo del servicio?
El costo no se les dispara, ni varía, sigue siendo el mismo. Las compañías logísticas son quienes hacen una inversión a largo plazo para que el cliente no sienta un impacto económico.
¿Los tiempos de entrega son los mismos?
Los tiempos hoy en día se están disminuyendo, los clientes quieren realizar entregas el mismo día. Eso sólo se logra con infraestructura y DHL en ese sentido ha generado un incremento en su flota mucho mayor. Para el 2022 se busca llegar al 100% de la distribución dentro de México.
¿Cómo se visualiza el cambio a la electromovilidad?
Son los gobiernos quiénes van a dictar esa dinámica. Debe ocurrir que más personas se monten en este tren, no pueden ser unos pocos. Las empresas globales están orientadas a la electromovilidad, pero las empresas medianas y pequeñas se estarán replanteando sus preguntas de cuáles son esos beneficios.
Si el cliente final tiene que pensar si tiene incentivos fiscales, tributarios, conversión de combustión-eléctrico, puntos de carga, autonomía, no va a ocurrir el cambio. Debe existir un incentivo tanto del gobierno como de los productores y ensambladores.
En cuanto a medios de transportes masivos se está viendo un crecimiento tangible, como Panamá, Chile, Colombia y Perú. México aún está bastante rezagado.
¿Qué medidas se deberían aplicar?
Los gobiernos están haciendo un buen trabajo, pero les falta tener un poco más de realidad para saber qué es lo que va a ocurrir.
Si miramos la foto desde el punto de vista privado o público, quién va a liderar, en la medida que esto demande mayor inversión, el sector privado es quien está dispuesto a realizar las inversiones.
Si el COVID-19 va a generar un problema donde haya una segunda explosión de casos de contaminación, no hay duda que el gobierno será quien tome la iniciativa y el sector privado se rezague. El control de los procesos va a estar del lado de los gobiernos para que ocurra la movilización.
Bajo un escenario menos complejo y más positivo, COVID-19 controlado y con vacunas emitidas, el sector privado es quien viene a dinamizar el proceso. Entonces hay que darle la bienvenida a empresas del sector privado que produzcan ensambles de vehículos eléctricos.
Los gobiernos deben ver sus prioridades este año, ver cómo se desarrolla el tema de COVID-19 y definir si los vehículos eléctricos son o no son un problema de agenda para poder dar incentivos fiscales y tributarios.
¿Se puede acelerar el proceso debido al COVID-19?
Hay mucha incertidumbre. Pero si los países se unen para combatir esto de manera mancomunada, el desarrollo es inevitable. Se estima que en 1 año ocurra una demanda altísima en volver a la nueva normalidad.
El caso está en qué va a ocurrir con esos pequeños y medianos operadores logísticos que quedan expuestos financieramente y entren en quiebra. ¿Entrará el gobierno a subsidiarlos? ¿Pueden estar en capacidad los operadores grandes de absorber esa demanda?
Esa es la pregunta dónde estamos hoy en día, pero es muy temprano para decirlo. Hay que ser positivos ya que una crisis trae oportunidades y no se debe desaprovechar ya que es el momento de innovar, sacar soluciones, de hacer alianzas, porque sin dudas se van a necesitar.