La apuesta actual por apoyar exclusivamente esta tecnología es, a su juicio, equivocada, porque en nuestro país «no controlamos su cadena de valor y lo que están haciendo otros mercados, como Francia o Alemania, es ejercer el liderazgo de sus grupos automovilísticos para dar prioridad a sus intereses nacionales».
El director Industrial del Grupo Renault, José Vicente de los Mozos, ha declarado que España, con la fuerte apuesta que está haciendo en el corto plazo por impulsar en exclusiva el coche eléctrico en el terreno industrial, está «en una situación complicada, porque no controlamos la cadena de valor de esta tecnología, toda vez que las sedes de las multinacionales no están aquí».
«Lo que están haciendo otros países, como Francia o Alemania, es ejercer el liderazgo de sus grupos automovilísticos para dar prioridad a sus intereses nacionales», lo que, lamentó, conllevará que la industria española «va a perder en los próximos años el segundo puesto como fabricante europeo».
«Debemos ser conscientes de que España tiene que hacer una profunda transformación hacia el VE en su cadena de valor, pero esta debe ser ordenada. La hibridación representa un paso intermedio. No es lo mismo hacer un vehículo de combustión, que uno eléctrico o uno híbrido. Debemos prepararnos para ello, y esto no se hace en seis meses», apostilló.
A partir de ahí, destacó que «el Perte VEC debería haber sido para vehículos electrificados y con un margen temporal más amplio para las inversiones, y de hecho sus resultados nos están dando la razón».
La ministra Reyes Maroto ha anunciado que en la resolución definitiva, que se publicará la próxima semana, se han asignado 877,2 millones de euros de inversión pública, un 29,5% de los 2.975 millones del presupuesto, lo que supone un aumento de 280,9 millones respecto a la evaluación provisional, publicada el 1 de agosto.
Asimismo, confirmó que en el primer trimestre de 2023 se lanzará una segunda convocatoria con los fondos sobrantes de la primera —2.097,8 millones— y, si fuera necesario, se inyectarían más recursos.
La decisión de restringir el programa solo a los modelos cero emisiones perjudica a los intereses de Renault en España.
Puesto que el grupo, como indicó De los Mozos, decidió que estos últimos se hagan en Francia y que «las plataformas electrificadas de los SUV, que es el segmento número 1 en el sector, en nuestro país, con toda la cadena de valor: el motor y todas las cajas híbridas y el proyecto de economía circular en Sevilla«.
«Hemos invertido más de 6.000 millones de euros y ahora pretenden que en tres años tiremos todo por tierra. Las cuentas no salen. Por eso creo que, si el Gobierno y todos los partidos realmente quieren que España sea una referencia como fabricante europeo en el automóvil, tenemos que hacer las cosas de otra forma», sentenció.
Sobre el argumento esgrimido por el Ejecutivo de que Europa no permite apoyar los híbridos, aseveró que «no podemos escudarnos en la UE y no es justo, porque España ha ido contra esta tecnología desde el primer momento, a través de Transición Ecológica«.
Ante su visión de que resulta necesario cambiar de estrategia, a causa de «una mala gestión por parte del Gobierno y de los partidos políticos».
Por ello, apuesta por impulsar una nueva que «conlleve un análisis de 360 grados, en el que se contemple el producto de futuro y de valor añadido, donde la digitalización sea el eje de los procesos industriales, donde haya excelencia industrial, que la tenemos, y un plan de formación de competencias coherente en colaboración entre la universidad y las empresas».
Además, subrayó que «necesitamos líderes, y los mejores se están yendo al extranjero».
La vía política de los concesionarios, «un error»
Por otra parte, en relación a las discrepancias existentes entre Anfac y Faconauto sobre la necesidad de negociar una normativa sobre las relaciones comerciales, que han llevado a la segunda federación a recuperar la vía parlamentaria para conseguir que se apruebe.
También el presidente-director general de Renault España comentó que «es importante tener unidos todos los eslabones de esta industria» y que durante su mandato de cuatro años en la patronal de los fabricantes, que «no fue fácil» por la aparición de diferentes problemas, siempre lograron «salir juntos» en cada situación.
«Me daría pena que la automoción se desuniese», puntualizó.
«A mí se me ha querido usar de intermediario y mi labor no es esa. Ya no estoy al cargo. Cada uno es responsable de sus actos. Anfac no está en su mejor momento», declaró.
Esto, para reiterar que entre los asociados «se comparte mayoritariamente la necesidad de la unión» y que, en todo caso, «llevar la cuestión al terreno político es un error, sobre todo en un momento como el actual de gran polarización».
«Es negativo para el sector. Se tiene que resolver dentro de nuestro campo. Si yo fuera el presidente, haría todo lo posible por llegar a un acuerdo», remachó en una entrevista con La Tribuna de Automoción, publicada en el número de la segunda quincena de octubre.