La startup ecuatoriana Indubus, encargada de soluciones de movilidad y fabricación de chasis, planea lanzar en diciembre su primer bus eléctrico preparado especialmente para el territorio nacional.
«Hace tiempo veníamos viendo cuáles son las opciones para tener un transporte digno en el país, el cual es mediocre y tiene unidades apenas en buen estado», señala Ricardo Rivadeneira, director de la empresa.
Y agrega: «La solución que encontramos es la de un bus eléctrico que ofrezca a través de la big data información que podríamos usar para mejorar el sistema de transporte».
Tras cinco años de trabajo, el proyecto más concreto es el del bus eléctrico, el cual posee 12 metros de largo; 2,50 mts de ancho; 3,40 de altura; y una autonomía de entre 200 y 250 kilómetros, lo que «daría una solución urbana ideal para ciudades como Quito y Guayaquil, cuyas rutas más largas demandan 180 kilómetros diarios aproximadamente».
Luego, meses más tarde, la idea es comenzar a trabajar con transporte interprovincial que permitan recorren entre 250 y 300 kilómetros.
«Buscamos diseñar un bus que pueda adaptarse a las distintas realidades. Pensamos que esto sería una muy buena escuela para el resto de América Latina dado que si se tuviese un transporte público de calidad, se incentivaría a las personas a que dejen su auto en casa», asegura Rivadeneira.
A su vez, la firma también avanza en otros proyectos a la par, como un software que permita a los operadores tener un control preventivo del estado de sus unidades, así como otro de geolocalización.
También llevaron adelante un estudio para establecer posibles puntos de recarga, y ya comenzaron a generar alianzas con fabricantes de partes y con el Sistema Nacional Interconectado de Carga Eléctrica para poder instalarlos según las necesidades de cada cliente. Entretanto, estudian además la fabricación de un auto eléctrico personal que tenga un costo asequible.
No obstante, en la actualidad, la startup se encuentra en la etapa más complicada: el financiamiento, la cual por fortuna planean finalizar en agosto, ya que los inversionistas con los que se reúnen ven con buenos ojos los planes de la compañía.
«Cuando los inversionistas ven el avance del proyecto notan que no estamos trayendo tecnología ni copiando de otro lado. Tampoco somos ensambladores. Desarrollamos tecnología y un diseño propio, por eso llamamos la atención», indica el director.
De esta manera, Indubus busca ser parte del gran desafío que plantea la Ley de Eficiencia Energética en el país, esperando que de las mil unidades eléctricas que se espera se incorporen para 2025, 600 o 700 sean propias de la empresa.