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lunes 01 de abril de 2024
Experiencia. ¿Qué hubiese pasado si Transmilenio no adoptaba un sistema de transporte eléctrico?
El sistema de transporte Transmilenio, con un 13% de su flota con buses eléctricos, impacta considerablemente en la vida de cientos de usuarios. Un recorrido por sus beneficios económicos, ambientales y energéticos.
¿Qué hubiese pasado si Transmilenio no adoptaba un sistema de transporte eléctrico?
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El sistema de transporte masivo Transmilenio, que cuenta con un 13% de su flota electrificada, marcó un antes y un después en la movilidad sostenible de Bogotá, sirviendo como modelo para numerosas ciudades en América Latina.

Si imaginamos un escenario donde la empresa no hubiese optado por la transición hacia un sistema de transporte eléctrico, la región estaría lidiando con una serie de problemáticas.

Hoy en día, Transmilenio cuenta con 1485 e-buses en circulación y 10 patios de carga. Cada e-patio concentra 148 buses y un cargador cada dos buses, de entre 8 y 17 MVA.

El impacto de sus beneficios económicos, ambientales y energéticos están a la vista con datos concretos.

Antes de la adopción de buses eléctricos, Bogotá enfrentaba un serio problema de contaminación, especialmente en términos de partículas PM10, que perjudican la calidad de vida de la población.

Con la introducción de estos vehículos más limpios, se logró una reducción del 88% en la emisión de estas partículas durante el periodo 2021-2022

La eficiencia energética también es otro factor determinante. Comparados con los autobuses diésel, los vehículos eléctricos demostraron ser más eficientes: un bus a combustión interna recorre apenas 250 metros con la misma cantidad de energía que un bus eléctrico emplea para recorrer un kilómetro.

Los números son claros: la flota de 1485 buses eléctricos de TransMilenio consume alrededor de 93.550.000 kWh al año, mientras que en un escenario hipotético sin esta electrificación, la demanda energética se dispararía hasta alcanzar los 386.400.000 kWh anuales. 

Según datos proporcionados por Jaime Enrique Monroy, director técnico de BRT de Transmilenio, se lograron ahorrar 292.850.00 kW, que equivale al consumo eléctrico de un mes en el 89% de los hogares de Bogotá.

Además, en términos de reducción de emisiones, los buses eléctricos consumen 94.300 toneladas de CO2 al año, lo que equivale a sacar de circulación a 57.500 vehículos particulares y a la siembra de 3 millones de árboles anualmente. 

Algunas características de este transporte eléctrico

Los buses de Transmilenio tienen una capacidad de 50 a 80 pasajeros, una autonomía de 260 km, con un tiempo de recarga máxima de cinco horas.

Con un menor número de componentes para intervenir, se reducen las frecuencias de mantenimiento y los costos asociados, lo que se traduce en una mayor eficiencia operativa y una mejor disponibilidad de los vehículos.

En relación a la autonomía, los buses eléctricos tienen un promedio superior a 300 km. De esa manera, la flota eléctrica de Transmilenio supera a los buses diésel y de gas, cuyo promedio se sitúa en 270 km. 

Este aumento en la autonomía se debe en gran parte al factor de regeneración de energía, que aporta un 38% en la recarga de baterías.

A su vez, con foco en la disponibilidad y confiabilidad, los buses eléctricos presentan un índice de fallas menor que otras tecnologías.

¿Quien está al mando de Transmilenio?

Vale destacar que, a principios de este año, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, designó a María Fernanda Ortiz Carrascal como nueva gerente de Transmilenio.

La ingeniera civil, magíster en Ingeniería de Transportes, y en Ciudades Inteligentes y Analítica Urbana, es originaria de Valledupar, pero ha desarrollado su vida profesional en la capital del país.

Cuenta con más de 15 años de trayectoria en la estructuración, desarrollo e implementación de proyectos de infraestructura y transporte, tanto en el sector privado como en el público.

María Fernanda se desempeñó como asesora de despacho de la Secretaría Distrital de Movilidad de Bogotá y participó en la planeación e implementación de proyectos como la Primera Línea del Metro de la capital.

En 2018, María Fernanda llegó a Transmilenio como subgerente económica.

Posteriormente asumió la subgerencia general del Ente Gestor, periodo en el cual co-lideró la implementación de más de 2.300 buses nuevos para el Sistema, incluyendo 1.485 buses eléctricos que hoy recorren la ciudad.

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