Colombia está presionando a las empresas de energía para que ayuden al país a migrar de una matriz basada en los combustibles fósiles a fuentes renovables no convencionales, mientras la Nación persigue el objetivo de reducir sus emisiones de dióxido de carbono en un 51% para 2030, declaró el lunes el presidente Iván Duque.
La contribución de las energías renovables no convencionales a la matriz energética de Colombia fue solo del 0,2% en 2018, con solo 35 megavatios (MW) de capacidad instalada. Duque espera que alcance los 2.500 MW a finales del próximo año.
«Hay algo muy impresionante», mencionó Duque en el evento CERAWeek de IHS Markit, refiriéndose a la transformación de la matriz energética de Colombia. «Esta puede ser la mayor expansión de una matriz energética basada en energías renovables no convencionales».
Colombia está pidiendo a las empresas petroleras tradicionales, incluida la estatal Ecopetrol, que lideren el cambio mientras continúan invirtiendo en la producción de petróleo y gas. La nación sudamericana también está presionando para un mayor uso de vehículos eléctricos a través de una ley de ‘transporte limpio’.
«No estamos en contra del petróleo, no estamos en contra del gas», comentó Duque, instando a las empresas a realizar mejoras en su gestión ambiental.
El Gobierno de Duque también apunta a expandir la capacidad instalada y el almacenamiento de energías renovables de Colombia, mientras construye un marco legal y capacita a su fuerza laboral para convertirse en ‘el Silicon Valley’ de América Latina, afirmó.