El 16 de noviembre se llevó a cabo la XVI Cumbre de la Movilidad Eléctrica: “Tendencias en Latinoamérica y el Caribe”, organizada por Portal Movilidad.
Allí Martín Torilo, director de Corven Motors, anuncia que desde la empresa se encuentran innovando en vehículos pequeños cero emisiones.
“Somos un grupo de movilidad que en materia eléctrica cuenta con una amplia variedad de medios de transporte, que va desde motos hasta buses. Ahora, estamos desarrollando vehículos cero emisiones pensados para la ciudad”, declara Torilo.
Y agrega: “Siempre buscamos producir en nuestras cinco plantas industriales de acá lo que desarrollamos en China. Incluso el año que viene saldremos con algunos productos específicos de camiones y micros. Tendremos las presentaciones en el corto plazo”.
Sin embargo, el director de la compañía considera: “Lo urbano y la última milla es lo que más funcionará en materia eléctrica. El resto irá hacia otras tecnologías como el gas o celdas de hidrógeno”.
Si bien la empresa cuenta con varias líneas de segmentos en desarrollo, Torilo explica: “Son procesos largos. Hay que preparar los prototipos, hacer las pruebas, fabricarlos y coordinar con las plantas industriales”.
Corven Motors reclama incentivos
La compañía puso en circulación buses eléctricos en Mendoza y, recientemente, sumó dos unidades a Santiago del Estero.
“Se trata de una prueba experimental en la cual trabajan choferes mujeres. Además, realizamos la capacitación porque se conducen de manera diferente, ya sea por su freno regenerativo, las cargas, la autonomía, entre otros aspectos. La idea es que esto pueda implementarse en serie en un futuro”, comenta Torilo.
Si bien son varias las provincias que analizan proyectos de transporte público eléctrico, el director de la empresa opina: “Hay distritos que se decidirán por el gas en vez del cero emisiones ya que cuentan con ese recurso en su territorio”.
Además, vale mencionar que los colectivos eléctricos poseen una inversión inicial cerca al doble de uno con motor a combustión interna.
“El costo está mayormente asociado a las baterías, las cuales cuestan cerca de 300 dólares por kilowatt. Cuando esa tecnología llegue a los 100 o 150 dólares, el valor de la inversión será igual que el de uno convencional”, indica.
En este sentido, sin políticas que establezcan incentivos es difícil que las distintas provincias argentinas se sientan atraídas por reconvertir sus flotas.
“Otra alternativa consistiría en aumentar el plazo de la concesión. Por ejemplo, países como Colombia y Chile extendieron el plazo a 15 años con un recambio de batería intermedio. Eso permite hacer rentable el proyecto”, comenta el director de Corven.
Y añade: “Hoy en Argentina se permite utilizar los buses por hasta 10 años. Hay varias cosas que cambiar y se necesita una ley de movilidad sustentable para que estos proyectos se empiecen a destrabar”.