Desde julio de 2019 el Gobierno de Mendoza concretó la implementación de 18 buses eléctricos, la mayor parte fabricados por BYD, distribuidos por Andesmar, y otro tanto por la firma Zhongtong, presentada a través de la empresa Corven.
Estas unidades se sumaron a dos colectivos con las mismas características que prestaban servicio en el sistema urbano de transporte público desde principios del mismo año.
La intención por parte de la Provincia es seguir sumando unidades, pero el costo de ingreso al momento es muy alto y no resulta competitivo ni para empresas estatales ni para privados.
En contacto con Portal Movilidad, la directora de Planificación de Transporte de Mendoza Lía Martínez sostiene: “Queremos que toda unidad nueva a incorporar en el sistema de transporte público sea con tecnología limpia, por lo que seguimos en la búsqueda de cooperación internacional e intervención del Gobierno nacional”.
“En la provincia está vigente un plan de movilidad sustentable, pero lo único que nos impide poner como requisito a los concesionarios la elección de la tecnología es el costo de la inversión inicial. Como empresa del Estado, nosotros vamos a seguir incorporando, pero lo exigiremos al resto en la medida en que existan más herramientas económicas que faciliten el recambio de la flota”, menciona.
Estas 18 unidades eléctricas circulan por Ciudad de Mendoza, Godoy Cruz, Guaymallén y Las Heras, los cuales significaron una inversión de 7.200.000 dólares que salieron de fondos de la Provincia.
En ese sentido, la funcionaria menciona: “La inestabilidad cambiaria hizo que en la licitación no hayamos tenido muchas ofertas, además es requisito que estén inscriptos en los organismos tributarios nacionales. Cuando se inicia el llamado la intención era adquirir las 50 unidades, pero por la variabilidad del dólar solo se pudieron pedir 18”.
“Necesitamos que se eliminen los aranceles de importación de las unidades eléctricas, harían a la tecnología un poco más competitiva. Dependemos de que existan más políticas nacionales que brinden instrumentos económicos para que a cualquier privado, sea de capital nacional o extranjero, le resulte conveniente invertir en movilidad eléctrica”, afirma.
Los buses adquiridos son de piso bajo, con motorización en paralelo, de 12 metros de largo, con sistema de climatización frío-calor y con tres puertas laterales de acceso. Incluyen además rampa automática, inclinación lateral y cámaras de movimiento y de cobertura en puertas, para mayor seguridad.
Tienen una capacidad mínima de 26 pasajeros sentados y espacio reservado para sillas de ruedas. Utilizan baterías de fierro fosfato y poseen freno regenerativo, que permite almacenar energía adicional en las baterías.
“La empresa operadora busca alcanzar un sistema de transporte limpio a través de una planificación intermodal de tecnologías limpias como tranvías, buses eléctricos y a gas natural. Tiene en su poder las líneas troncales estructurantes intermodal del área metropolitana de Mendoza (Mendotran) con una alta capacidad de pasajeros. Los buses eléctricos prestan servicio en dos de ellas, un tercer troncal la hace el tranvía”, refiere Martínez.
Con estos buses se participó de estudios del Banco Mundial que se llevaron a cabo en conjunto con la Secretaría de Energía de la Nación e intervención del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) donde se investigó el rendimiento técnico operativo y económico en escenarios energéticos al 2030.
Por tanto, destaca los casos de Chile y Colombia donde funcionaron las asociaciones público privadas en donde los privados son los que asumen el riesgo de compra de las unidades y se los alquilas a los operadores de los servicios de transporte público masivo.