Uno de los países que más ha ampliado el número de cargadores en la vía pública es República Dominicana, que ahora busca agilizar el trámite para los usuarios e ir un paso más allá.
Con una solución de carga ultrarrápida llega Reenergy, una empresa local de investigación y desarrollo que ha llevado adelante el diseño de la tecnología a principios de 2020, cuando la pandemia de coronavirus y el cambio de mandato presidencial ralentizaron el proceso productivo.
Hoy, la compañía tiene instalado un prototipo pensado para motocicletas eléctricas y espera la respectiva inauguración del Gobierno. Al mismo tiempo, aguarda por inversores que financien el proyecto. En principio, ya ha tenido conversaciones con firmas de Estados Unidos y Europa.
La tecnología que ha desarrollado permite cargar tanto baterías de litio como de plomo ácido en menos de diez minutos sin dañar la batería. También se puede utilizar energía solar.
La importancia de esta tecnología reside principalmente en “hacer viable la movilidad eléctrica”, asegura el CEO, Jorge Rubio, en diálogo con Portal Movilidad.
“Hoy hay un gran problema: cómo y cuándo cargo mi vehículo eléctrico. Es una discusión aún no resuelta. Se gasta todos los años mucho dinero por algo que Reenergy tiene”, advierte Rubio.
En ese sentido, asegura que hay varios inconvenientes que complican el desarrollo de la electromovilidad. En primer lugar, el tiempo de carga en la vía pública.
“Hoy se puede perder hasta una hora al cargar en la calle. No estamos viendo que, cuando haya un 30% de vehículos eléctricos, va a haber que esperar también las horas del resto que están adelante cargando”, afirma.
Luego, agrega: “El sector dice que es esporádica la carga en la calle, porque la misma se realiza en la casa. Esa solución también es inviable”.
Para cargar un vehículo de forma doméstica, explica, hay que adecuar la instalación eléctrica, accionar que no es sencillo.
“Un vehículo eléctrico consume más o menos lo mismo que una vivienda. La instalación que hay que hacer es parecida. Es caro y complejo de hacer”, reconoce Rubio.
En tercer lugar, destaca que otro punto que no puede pasarse por alto es el de la seguridad de los vehículos, y cómo puede ser un peligro el tener cargando sus baterías en el hogar.
“Es cierto que desde la fabricación se realiza un diseño de las baterías pensando en que un accidente pueda ocurrir, pero se olvidan de un detalle: los accidentes diarios. ¿Que nos asegura que la batería no sufra algún problema y que las medidas de seguridad no se hayan corrompido?”, señala.
Finalmente, recuerda también: “Además, en muchas partes del mundo, hay una cantidad de vehículos que no duermen en casas. Estamos condenando a esos vehículos a que no carguen y que, cuando lo hagan, lo realicen en tres o cuatro horas”.
Por el momento, Rubio adelanta que ha tenido reuniones con el Gobierno, el cual tiene un proyecto con el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) para que los mototaxis se pasen a motocicletas eléctricas.
“Estuvimos teniendo conversaciones para ver la factibilidad de instalar cargadores ultrarrápidos y puedan cargar. Los mototaxis tienen baterías que cuestan mucho dinero, o tienen una batería normal y a las 12 del mediodía tienen que esperar tres o cuatro horas para cargar y seguir trabajando”, cierra el CEO.