En inicios del año 2005 se discutía en Madrid la posibilidad de que exista una interoperabilidad entre los móviles. Esto haría que cambiara el modelo de comunicación, bajaría los costes y sería mucho más sencillo.
La misma discusión se da ahora en España y Europa en cuanto a la interoperabilidad de los puntos de recarga. Solicitada por usuarios y operadores, como comentan a Portal Movilidad España desde Place to Plug.
La plataforma funciona para la gestión de la recarga del vehículo eléctrico. Operativos desde 2015, ofrece una solución de principio a fin para la gestión de la carga desde el lado del operador y también el usuario.
“Lo que nos piden los operadores es la interoperabilidad, poder abrir sus puntos de recarga a otras plataformas”, comenta Josep Cester Bofarull, COO de Place to Plug.
La misma petición sucedió en 2005. Los principales fabricantes de móviles del mundo debatían en enero de ese año sobre las vías que debían conducir a un escenario de interoperabilidad en las comunicaciones.
En ese entonces, lo hacían bajo el paraguas de la Open Mobile Alliance (OMA) y la española Telefónica Móviles quienes prestaban sus redes para la realización de pruebas.
“La interoperabilidad es muy cara, probablemente este es el principal escollo que se deberá superar para que un operador pueda poner sus estaciones a disponibilidad de los otros”, explica Cester.
El precio que le supone a un usuario recargar su coche con otro operador en ocasiones supone el doble o el triple que el coste que le supondría recargar directamente con el propio operador. “Estamos seguros que con el tiempo esta barrera de coste se va a bajar”, sostiene.
Antes comunicarse entre un Vodafone y un Movistar significaba un precio diferencial a sí se hacía de un Movistar a otro. Luego de esa discusión ocurrida en el año 2005 en Madrid, la interoperabilidad con un coste bajo se hizo posible.
Ahora existe un plan de llamadas donde se puede comunicar con cualquier usuario de otro operador y existe un precio fijo que se sabe desde el inicio.
“Ahora creemos que tarde o temprano la interoperabilidad de los puntos de recarga va a acabar de la misma manera”, dice el COO.
La discusión de los móviles se centraba en otros aspectos dada que las comunicaciones se daban a nivel global. El retraso tecnológico que sufrían zonas como Sudamérica era uno de los inconvenientes.
Por otro lado, y como sí ocurre con los enchufes a día de hoy, la tecnología de telefonía de tercera generación y las diferencias entre los fabricantes de terminales hacían que la interoperabilidad se complique.
“Cada vez hay más fabricantes que ofrecen puntos de recarga tanto en AC como en DC, algunos de estos fabricantes no tienen la implementación del protocolo OCPP y esto puede retrasarla”, comenta Cester.
Ejemplo de interoperabilidad existentes
En 2021, Con el fin de alcanzar esta interoperabilidad, EVBox Ibérica y Electromaps firmaron un acuerdo para ahora estar conectados por OCPI, de manera que los usuarios con llaveros de RFID de Electromaps pueden cargar en las estaciones públicas conectadas a la Plataforma de Gestión de Recarga EVBox en toda Europa.
EVBox continúa trabajando para incrementar su red de interoperabilidad. Actualmente, su red cuenta con más de 130 mil estaciones públicas en toda Europa y más de 1,4 millones de conductores.
Otro acuerdo firmado en diciembre de 2021, fue el de Wenea, y NewMotion, operadora del grupo Shell. Alcanzaron un acuerdo de interoperabilidad con el objetivo de ofrecer a sus clientes un mejor acceso a la red de carga europea.
A través de esta colaboración, los usuarios de la aplicación de Wenea pueden utilizar las 13.000 estaciones de recarga públicas de las que dispone NewMotion, de las cuales 400 son de carga rápida y superrápida.
A su vez, los usuarios de Shell Recharge pueden acceder a puntos de recarga superrápida en el territorio español desde ese diciembre.
La petición de Visa
La compañía de pagos Visa ha pedido a todos los actores del sector europeo de la recarga eléctrica que impulsen la estandarización e interoperabilidad de los pagos en los puntos de recarga, con el objetivo de que los usuarios puedan elegir el método de pago que prefieran.
Visa inició un diálogo con los fabricantes de puntos de recarga de vehículos eléctricos y otros actores clave del sector con el objetivo de identificar las barreras que existen actualmente en cuanto a los pagos.
Además, solicita buscar soluciones de pago digitales que sean interoperables y estandarizadas.
De la misma forma, la compañía se convierte en la primera del sector financiero y de pagos en unirse a la iniciativa global CharIN, dedicada a promover estándares globales relacionados con la recarga.
La iniciativa está formada por empresas de toda la cadena de valor que trabajan para desarrollar una infraestructura global, un protocolo seguro de recarga y pago, y nuevas tecnologías para impulsar la electromovilidad y hacer crecer su adopción.