“Bajemos el límite de la potencia” se titula la campaña que lleva adelante la Asociación Chilena de Comercializadores de Energía (ACEN) con el objetivo de que el Gobierno active el procedimiento de cambio de límite de potencia, que está establecido en la Ley de Servicios Eléctricos, y brindar un alivio económico a alrededor de 179.960 pymes ya que éstas podrían negociar libremente sus condiciones de suministro.

De concretarse esta medida, los impactos también se verían reflejados en los usuarios de electromovilidad.

“El poder ser cliente libre es una oportunidad para poder desarrollar en mejor manera la electromovilidad”, admite a Portal Movilidad, Eduardo Andrade, secretario ejecutivo de ACEN.

No obstante, explica: “Una limitación que tenemos hoy en día es  la exigencia de potencia mínima (500 kW) que tiene el usuario para ser cliente libre. En ocasiones, cuando hay muchos cargadores se llega a ese límite sin ningún problema, pero cuando hablamos de pocos cargadores la ley no permite a los comercializadores vender a esos consumidores finales, lo que les significaría no poder acceder a mejores tarifas”.

Cabe recordar que, en cuanto a los tipos de consumidores, la ley chilena los separó en dos categorías: “libres” quienes podían negociar libremente con su suministrador (normalmente una empresa de generación) o tener generación propia, y “regulados” a quienes la empresa de distribución local debía ofrecerles una tarifa definida por el Estado, protegiendo de esta manera a ese consumidor.

Sobre esto, Andrade comenta: “Es más que una definición porque hoy el cliente libre tiene costos de energía que pueden ser de hasta un 30% menor en la cuenta total de electricidad”.

“Para la comercialización, la electromovilidad es una oportunidad, la infraestructura de carga permite llegar al negocio que desarrolla el comercializador que es la venta de energía”, reconoce el secretario ejecutivo de ACEN.

El tema de bajar el requerimiento de potencia para ser cliente libre fue discutido en mesas de trabajo con la administración que finalizó la semana pasada, la recepción fue muy buena pero no prosperó porque no era un clamor de los potenciales beneficiarios.

“Nadie está reclamando porque la gente no sabe que esto se puede hacer”, asegura Andrade.

Con representantes de la actual administración se concretaron reuniones iniciales en los últimos meses del año, ahora se espera sostener encuentros formales.

De la campaña también participan la Asociación de Clientes Eléctricos No Regulados (ACENOR), la Asociación de Vehículos Eléctricos de Chile (AVEC), Chilealimentos, Hoteleros de Chile, Socialab y Wines of Chile.