Así lo refleja una encuesta, realizada por KPMG en octubre de 2023 y publicada recientemente, de la cual participaron 1040 ejecutivos de todo el mundo, 42 de ellos de América del Sur y nueve de Argentina.

Esta serie de incremento ya se venía manifestando en el resto del sector automotor, cuyos precios se incrementaron en un 32% el diciembre pasado, en promedio.

El fenómeno se atribuye fundamentalmente a la fuerte devaluación del peso, considerando que se trata de productos importados o con un alto porcentaje de componentes que cotizan en dólares.

El aumento tendría un efecto directo sobre los sectores medios de la población, al verse reducidas sus posibilidades de acceder a un vehículo.

El sector observa con preocupación como esto podría afectar el ya de por sí incipiente desarrollo de la electromovilidad en el país.

Aun así, el 55% de los ejecutivos consultados asegura estar confiado en lograr un crecimiento rentable en los próximos cinco años.

“Pese a las preocupaciones manifestadas por los entrevistados, Argentina continúa ofreciendo un excelente potencial de crecimiento para la industria que históricamente ha demostrado estar a la altura de las circunstancias”, declara Carlos Bruno, socio de Auditoría y Aseguramiento y responsable del sector automotriz en KPMG Argentina.

Comparando con los resultados de los sondeos pasados, en todo el mundo las automotrices parecieran tener menos confianza en un crecimiento de la industria que en períodos anteriores.

No obstante, América del Sur se encuentra entre las regiones que mayor confianza registró en este aspecto.

El precio no es la única preocupación

Dentro de los temas de agenda de la industria hay dos que sobresalen del resto.

En primer lugar, el 88% de los empresarios encuestados aseguraron estar ‘preocupados’ y ‘muy preocupados’ por la escasez de mano de obra especializada.

Este faltante se traducirá en aumentos salariales para las automotrices y, posiblemente, impactará en el valor del producto final.

En segundo lugar, el 56% manifestó su inquietud ante la volatilidad de los precios de las materias primas.

La industria automotriz depende en gran medida de materias primas como el acero, el aluminio, el cobre, el caucho y, en el caso de los vehículos eléctricos, el litio.

KPMG realiza sondeos periódicos para medir las perspectivas de las automotrices.

Cuando los precios de estos insumos aumentan de manera significativa, como ha sucedido recientemente, las empresas automotrices se enfrentan a mayores costos de producción.

A modo de ejemplo cabe destacar el caso de los neumáticos, que en Argentina solo en diciembre incrementaron su valor en un 32%.

Además, la alta fluctuación en los salarios y en los costos de las materias primas puede tener un impacto negativo en la planificación a largo plazo de las automotrices. 

La incertidumbre dificulta la elaboración de presupuestos y la toma de decisiones estratégicas, lo que puede afectar la rentabilidad y la competitividad de las empresas en el mercado.

“Ante tantos retos y oportunidades, los ejecutivos deben recalibrar sus estrategias y pasar a la acción, para ello deben diversificar sus apuestas, fomentar la colaboración, prepararse para integrar IA en todo proceso y hacer frente a los desafíos globales”, concluye Ricardo Roa, socio de KPMG Brasil.

Avance de los vehículos eléctricos

Otras conclusiones que arroja la encuesta de KPMG es que los ejecutivos tienen una visión cada vez más madura de la transición a la electromovilidad.

De esta forma, año a año aumentan las estimaciones sobre la penetración de los vehículos eléctricos en el sector automotor.

Esta perspectiva está presente fundamentalmente en el mercado estadounidense, europeo y chino. 

“A diferencia del pasado, la industria está altamente comprometida con la sustentabilidad a través la reducción del nivel de emisiones. Todo ello genera desafíos cuyos resultados vemos en los lanzamientos de los últimos años”, explica Carlos Bruno.

Particularmente, en el caso argentino esta tendencia se vio manifiesta en el crecimiento del 21,3% de las ventas de autos eléctricos e híbridos, con un total de 9.601 unidades nuevas patentadas.

De esta forma, el país ya cuenta con 64 modelos de nueva generación pertenecientes a 24 marcas diferentes y se estima que este número vaya en alza en los próximos años.