El coste del litro de la gasolina en varias estaciones de servicio españolas está en torno a los dos euros, de los cuales un 49% están representados por impuestos. Significa que el Estado recauda 98 céntimos por litro.
Es decir que cada cien mil litros el Gobierno central de España recibe 98.000 euros.
¿Qué pasa ahora con el coche eléctrico? El movimiento lógico es que se venden menos litros de gasolina, por lo que el Estado recauda menos.
“Las estructuras impositivas mutan y se tienen que cambiar a medida que se evoluciona. Deben adaptarse a las nuevas realidades de los mercados”, comenta José Manuel Albrieu, economista y consultor en temáticas de transporte.
La carga impositiva a los carburantes está compuesta por el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos que se aplica únicamente en la Península e Islas Baleares. No resulta de aplicación en las Islas Canarias, Ceuta y Melilla.
Además, en la composición del precio se le suma el 15% de costes de distribución y márgenes y el 30% de costes de la materia prima.
“Las estructuras de impuestos se adaptan a distintas situaciones, entonces llegado el caso se tendrá que gravar también a la movilidad verde”, explica el economista a Portal Movilidad España.
Además, Albrieu explica que a los impuestos es importante verlos, no solamente como una medida recaudatoria, sino también como una herramienta de política y de direccionamiento de los mercados.
“Es importante que los gobiernos utilicen mucho más la herramienta de los impuestos para obtener resultados. ¿Cómo quiero que se comporten los usuarios? Depende de los precios que encuentran en el mercado para tomar una decisión u otra”, explica el economista y consultor en temáticas de transporte.
Por otro lado, en específico sobre el coche, el Estado español recibe menos dinero en el impuesto a la primera matriculación dado que los eléctricos están exentos de este impuesto. Si se venden más coches cero emisiones, el monto recaudado es inferior.
Según datos de la Agencia Tributaria sobre la recaudación por el impuesto de matriculación, confirma que este se situó en 242,8 millones de euros en los cinco primeros meses del año, un 9% menos que los ingresados en el mismo período de 2021.
Las dos causas que la Agencia Tributaria atribuye a esta disminución de la recaudación son la bajada en las ventas de turismos y otros vehículos pero, sobre todo, el crecimiento de las matriculaciones de coches eléctricos.
Además, el coche eléctrico tiene otras ventajas por sobre el de combustión. Tiene bonificaciones en la compra del automóvil, reducciones de impuestos, exenciones en peajes o en aparcamientos y libre circulación por las zonas de bajas emisiones.
Caso contrario es con el coche de gasolina que si o si debe acarrear con ese coste y significa una recaudación importante para el Estado.
“El sector se juega miles de millones de euros de inversión”, afirma Eduardo Dívar, director general de Kia España.
“Hemos gastado mucho dinero para tener las marcas electrificadas. Todo esto requiere una inversión ingente en investigación, en fábricas y en adaptaciones. Si no se cumplen las expectativas, algunos fabricantes podrían verse en problemas al no poder amortizar todo este desembolso”, advierte el directivo.