En julio de 2021 entró en vigencia el Pliego Técnico Normativo RIC nº15 publicado por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC). Desde entonces, según los datos con los que cuenta la Cámara Chilena de la Construcción (CCHC), solo hay un edificio residencial que se ha clasificado y acreditado como “preparado para electromovilidad”, cumpliendo con los requisitos para ello de acuerdo a dicho pliego técnico.
“No significa que a futuro todos los edificios no estén preparados, puesto que, hoy en día ya hay “sistemas de gestión de carga” que permiten con el mismo empalme incorporar una buena cantidad de cargadores, sin tener que incurrir en gastos adicionales de canalización y cableado de alimentadores”, aclara Francisco Castañeda, Socio de la CCHC.
No obstante esta solución, se requerirán espacios para tableros y eventualmente canalizaciones hacia cada uno de los puntos de carga.
Sobre el pliego técnico en específico, Castañeda comenta: “Es muy completo, tiene mucha flexibilidad, ha habido harta difusión para incorporarlo, pero no es obligatorio”.
Esta falta de obligatoriedad puede explicar la baja preocupación por la movilidad eléctrica, pensando en relación directa con todos los años de vida útil de un edificio.
Además, influye la variable de los tiempos que se requieren luego de la compra del terreno, desde el inicio de los proyectos hasta las solicitudes de permisos y luego el período de construcción y venta. Estamos hablando de entre tres y hasta cinco años.
En este último plazo, se estima que un vehículo eléctrico costará lo mismo que su equivalente con motor de combustión.
Que el edificio tenga la posibilidad de ser declarado para electromovilidad significa que los gastos posteriores para los propietarios van a ser mínimos al momento de ir incorporando los cargadores. En tanto, desde la CCHC insisten en que el costo de realizar estas acciones es marginal dentro del costo total de la edificación.
“En el mercado inmobiliario existe mucho el “mee too”: si hay una empresa que va incorporando electromovilidad, otras la van copiando porque en unos pocos años cuando se pueda elegir y se vea que es inminente, el cliente va a preferir un edificio preparado y eso los inmobiliarios lo saben”, asegura Castañeda.
El socio de la CCHC es optimista y afirma: “El RIC 15 lentamente va a penetrar”.
Cabe recordar que, en la normativa, emitida por el Ministerio de Energía, a través de SEC se contemplan cuatro modos de carga para vehículos eléctricos y tres casos de conexión. Además, aborda disposiciones generales, con medidas de seguridad para los instaladores, así como aspectos generales: empalmes, tableros, alimentadores, conductores y canalizaciones, sistema de puesta a tierra, dimensionamiento de circuitos y protecciones.
También se hace referencia a las características, según el tipo de instalación, el proceso de montaje eléctrico y disposición de equipos, los sistemas de alimentación de vehículos eléctricos y las rotulaciones.