La pandemia de coronavirus ha significado un fuerte golpe para la economía de todo el mundo. No obstante, varias empresas supieron encontrarle una salida a la crisis, como aquellas relacionadas a la movilidad que encontraron la respuesta en el servicio de reparto.
Tal es el caso de Econduce, la startup mexicana de transporte compartido que a través de su aplicación y sus motos eléctricas ofrece sus prestaciones a usuarios de la capital del país según el tiempo contratado.
Ante los casos de COVID-19 y las restricciones en la movilización, el número de usuarios de la plataforma disminuyó y la firma debió considerar a sus e-motos como una herramienta de trabajo y ya no solo como un mero transporte de pasajeros. Así nació Econduce Go.
“Comenzamos a rentar nuestras e-motos a restaurantes o empresas que hagan delivery y personas que trabajan como repartidores”, señala Agustín Ferreyra, encargado de la comunicación de Econduce, que agrega: “Diseñamos un plan exclusivo para estas personas, donde damos mejores precios por un período de ventas más largo”.
De esta manera, el repartidor ahorra el dinero que implicaría la gasolina así como lo que correspondería al resto del pack, que incluye: dos cascos, uno pequeño y otro grande, seguros de gastos médicos y de daños a terceros, los mantenimientos del vehículo, una caja de 40 litros de capacidad, atención las 24 horas y hasta clases de manejo.
Lo único que debe hacer el usuario es recoger el vehículo en un punto, el cual puede ser enviado a su domicilio, y a través de la app hacer sus recorridos calculando el rendimiento de la batería para los trayectos.
En caso de necesitar cargar una moto, se puede conectar la misma a un enchufe de 110 voltios. De haber contratado la e-moto duplo sin cable de carga, el plan incluye cambio de batería por parte del equipo de la firma.
En la actualidad, Econduce cuenta con cientos de repartidores y consolida su actividad con algunas empresas con las que tiene alianza. Asimismo, la firma busca no descuidar su negocio de «sharing» para los usuarios cotidianos. Es por eso, que ahora trabaja en la reactivación de este segmento.
El hecho de que los viajes sean al aire libre y no implique conglomeraciones tuvo sus beneficios en plena crisis sanitaria. Sin embargo, según Ferreyra, Econduce se convirtió en una de las únicas opciones de micromovilidad que quedan en la Ciudad de México.
«En nuestro caso, terminó siendo una oportunidad que supimos aprovechar de buena forma», cierra.