El Gobierno suizo anunció que a partir del 1 de enero de 2024 los coches eléctricos estarán sujetos al impuesto estatal del 4 % sobre los vehículos de motor utilizados para el transporte de personas o mercancías, acabando con una exención que estaba en vigor desde hace 26 años.
Los vehículos eléctricos han estado exentos del impuesto desde su entrada en vigor en 1997 como medida gubernamental para fomentar el desarrollo de la movilidad eléctrica desde un punto de vista más económico, recordaron las autoridades en un comunicado.
La decisión, que forma parte del programa de consolidación de las finanzas estatales adoptado por el Consejo Federal (Ejecutivo) a principios de este año, pretende acabar así con las pérdidas fiscales y garantizar las contribuciones al Fondo Nacional de Carreteras y Tráfico Urbano.
Con esta medida, el Consejo Federal considera que ya no es necesario promover la movilidad eléctrica mediante una exención fiscal, dado que la proporción de coches eléctricos importados ha aumentado significativamente y su precio se acerca al de los vehículos convencionales.
Según el comunicado gubernamental, el impuesto, que hasta ahora sólo se imponía sobre los vehículos de motor alimentados por combustibles fósiles, se gravará sobre el precio de importación de los vehículos eléctricos y no sobre su precio de venta final.
Entre 2018 y 2022, las importaciones anuales de vehículos eléctricos aumentaron casi seis veces, de alrededor de 8.000 a más de 45.000 vehículos.
En el primer semestre de 2023, se importaron alrededor de 30.400 vehículos eléctricos, lo que supone un aumento del 66 por ciento respecto al mismo período del año anterior.
Este dramático aumento significa que los vehículos eléctricos representaron casi una cuarta parte de las importaciones totales en el primer semestre de este año, frente al 16 por ciento en el primer semestre de 2022.
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