La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha elaborado un estudio en el que se indica que los coches híbridos enchufables contaminan «como cualquier automóvil» con motor de combustión cuando se superan los 40 kilómetros de autonomía eléctrica, por lo que ha indicado que estos modelos no deberían llevar la etiqueta de ‘Cero’ emisiones de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Las emisiones excesivas también son comunes entre el 25% de los automóviles ‘mild hybrid’ (microhíbridos no enchufables). En este caso, se trata de modelos cuyas emisiones no son compensadas por la reducción del 10% de combustible en ciudad que facilita su sistema eléctrico.
En relación a estos datos, OCU ha manifestado que el actual sistema de concesión de etiquetas es «injusto», pese a haber sido un «buen paso inicial» para concienciar a los conductores. En concreto, han explicado que este sistema se basa en las tecnologías del motor y no en las emisiones reales de los vehículos.
Además, la organización ha denunciado que no hay datos públicos sobre las emisiones reales de los contaminantes que perjudican a la salud, por lo que el sistema favorece a unos vehículos en perjuicio de otros «sin un criterio objetivo».
Por este motivo, OCU ha reclamado que se revise el sistema de concesión de etiquetas medioambientales para que estas puedan cumplir su objetivo, que no es otro que clasificar a los vehículos de acuerdo con su impacto ambiental real.
El sistema de etiquetas ambientales condiciona el acceso de los ciudadanos a las áreas de circulación restringida de las grandes ciudades, discriminando en este caso a los dueños de coches que, aunque contaminan menos, tienen una etiqueta peor.
Sobre este aspecto, desde la OCU han manifestado que se está permitiendo la entrada a vehículos con un elevado volumen de emisiones en escenarios de alerta por alta contaminación, lo que tiene «graves consecuencias» sobre la salud de los ciudadanos.