Nearshoring es un concepto que se refiere a trasladar un proceso de producción a su zona de consumo. De esta manera, pueden aprovecharse distintas ventajas como diferencias salariales, impositivas y logísticas, entre otras. 

La dimensión geopolítica, en relación a la disputa entre Estados Unidos y China, sumada a la cadena de suministro obturada a nivel mundial por la guerra Rusia-Ucrania, torna a la relocalización como una estrategia para asegurarse la proveeduría de ciertos productos. 

Según proyecciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el aumento de exportaciones derivados del nearshoring podrían catapultar a México con USD 35.300 millones por año.

El gobierno mexicano tiene en la mira desde hace tiempo la relocalización de ciertos sectores que pueden aportar bondades a la economía nacional. En este caso, cuando hablamos de acercar la producción al consumo, nos referimos a hacerlo en relación a Estados Unidos. 

La potencia norteamericana se alista para hacer frente a la transición energética, apostando a las renovables e incentivando la adquisición de vehículos eléctricos. Sin embargo, esto no puede ser llevado adelante sin la articulación con México.

En aprovechamiento al contexto, en una reunión que se celebró entre la Secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, y responsables económicos de los Estados Federales, la titular planteó que son cinco las industrias sobre las que se deberá accionar un plan para su relocalización en un plazo de dos años. 

Ellas son: semiconductores, automotriz (electromovilidad), eléctrica y electrónica, dispositivos médicos y farmacéuticos y agroindustria.

En este marco, sobre la movilidad eléctrica destaca el Estado de Sonora, donde se producirán además de energías renovables para proveer a EEUU, vehículos eléctricos y semiconductores. 

Con respecto al último, cabe destacar que en el país se realizan cuatro de las seis etapas de la fabricación de semiconductores: diseño, ensamble, validación, sustratos e insumos.

A su vez, la cartera sostiene gestiones para avanzar en la electrificación del transporte con privados, como Daimler Truck, quien ya anunció para este año el desarrollo de su ecosistema de camiones “Electric Island”. 

Se trata de la generación de vehículos eléctricos y su infraestructura de carga. De acuerdo con las declaraciones oficiales, la empresa “manifestó su compromiso para iniciar con el proceso de convertir sus unidades de transporte de carga de combustión interna a electromovilidad”.  

Por otro lado, también se mantuvieron reuniones con la Secretaría de Comercio Internacional del Reino Unido para evaluar los avances del Tratado de Libre Comercio entre ambas naciones, fortaleciendo los sectores de electromovilidad.